Overblog
Editer l'article Suivre ce blog Administration + Créer mon blog
2 août 2010 1 02 /08 /août /2010 16:49

Una mirada al país desde la frontera colombo-venezolana

Más de 43 millones de litros de gasolina sacaban los contrabandistas hacia Colombia cada mes
2 Agosto 2010

 

Contrabandistas aprovechan impunidad reinante en Colombia. Este carro carga un tanque extra de gasolina ubicado en su parte frontal

Desde el pasado mes de abril, en los 27 municipios que forman el estado Táchira entró en funcionamiento el Plan de Control y Automatización de las Estaciones de Servicio de Gasolina, para erradicar el contrabando de extracción de combustible hacia Colombia, uno de los principales delitos ocurridos en las poblaciones fronterizas de San Antonio y Ureña.

El general Franklin Márquez, jefe del Comando Regional Número uno, con sede en San Cristóbal explicó que esa idea nació en la sede del comando de San Antonio, ante las elevadas cifras de contrabando de extracción registradas en las poblaciones de la línea limítrofe entre los dos países. Esta actividad era normalmente adelantada por los llamado “pimpineros”.

Márquez calcula que, entre los 27 municipios, salían cada mes 43.200.000 litros de combustible con rumbo a Colombia.

CÓMO NACIÓ EL PLAN

“Este plan comenzó de manera conjunta con los representantes del Ministerio del Poder Popular para la Energía y Petroléo, Deltaven, las alcaldías involucradas y la Misión Rivas”, indicó.

El objetivo era quitar las concesiones a las estaciones de servicio ubicadas en la frontera que estaban en manos de particulares, y colocarlas a las órdenes de la administración del gobierno. También, que los integrantes de la Misión Rivas se convirtieran en sus trabajadores, contando con la protección de los efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana”, detalló.

Poco a poco se adelantó el censo, para determinar cuántos de los vehículos que usualmente llenaban sus tanques estaban realmente en manos de habitantes del estado.

“Se hizo una revisión. Primero, se les solicitaron las licencias, papeles del carro, carta de residencia. Pero como estos documentos podían ser conseguidos por ciudadanos colombianos, dimos con el instrumento ideal cuando comenzamos a solicitar el RIF(Registro Único de Información Fiscal). Así se logró establecer una estadística real de los carros que están en poder de los habitantes de la región”, comentó.

Gracias a este trabajo, que duró alrededor de cinco meses, se lleva un control y registro de los vehículos. Los automóviles particulares sólo pueden cargar una vez al día, y hasta 3.000 bolívares; los de carga pesada, hasta 5.000 bolívares.

“Gracias a este plan hemos ahorrado gran cantidad de litros de gasolina”, celebra el general. “Tenemos el ejemplo del municipio Bolívar (San Antonio) donde cada día sacaban entre 20.000 y 25.000 litros de gasolina por los ‘caminos verdes’ a pesar de los esfuerzos de los efectivos militares allí destacados. Desde que este plan entró en funcionamiento en ese municipio tachirense, se redujo el consumo de gasolina. Solamente en junio, no hubo necesidad del vaciado de 40 cisternas de 37.500 litros, lo que se traduce en 1.600.000 litros de gasolina ahorrados, cuyo destino era Colombia”, destaca.

Según los reportes, en Cúcuta (Colombia) circulan alrededor de 30.000 vehículos con placas legales venezolanas que se surten de gasolina en Venezuela.

PIMPINEROS “LEGALES”

Es habitual la venta de gasolina venezolana a las márgenes de la avenida San Luis en Cúcuta, acceso directo al puente Internacional Francisco de Paula Santander por la vía de Ureña. También es cosa común en La Parada, vía Villa del Rosario, en la salida hacia San Antonio y en el resto de la ciudad.

Los “pimpineros” se colocan con sus envases de plástico y mangueras para vender el combustible ante los ojos del resto de los transeúntes.

“Una pimpina que carga 25 litros de gasolina, la vendemos en 20.000 pesos y la compramos a los contrabandistas en 18.000. Le vendemos el combustible a cualquiera que se detenga. Yo tengo dos años con mi puesto, soy natural de Carola, pero me vine para acá porque esto de la gasolina es un buen negocio.

En Venezuela el combustible es muy barato y a nosotros nos conviene, porque con la ganancia he podido mantener a mi familia”, confiesa Luis Contreras, vendedor de gasolina callejera en un puesto que él mismo denomina “estación de servicio paralela”.

Asegura que la venta de gasolina callejera se ha puesto mala, desde la ruptura de relaciones diplomáticas entre Venezuela y Colombia.

“El presidente de ustedes (Hugo Rafael Chávez Frías) nos la ha puesto difícil. Desde que la seguridad en la frontera fue intensificada y los operativos se hicieron más regulares, el contrabando ha bajado y nos estamos casi quedando sin trabajo. Los ‘verdes’ (Guardia Nacional Bolivariana) hacen un trabajo verraco en el otro lado, y a cada rato cogen a los pimpineros. A nosotros eso nos desagrada, porque no nos llega el producto, pero lo bueno es que entonces podemos venderlo un poco más caro”, agregó Contreras.

El vendedor dijo que desde el inicio del conflicto diplomático consigue una ganancia diaria de 30.000 pesos; antes, podía alcanzar los 150.000 pesos. “En una estación de servicio colombiana los mismos 25 litros de gasolina que yo vendo pueden costar 24.000 pesos. Nosotros no estamos ilegales, aunque muchos lo crean. Somos cooperativas que pagamos 10.000 pesos a la Alcaldía para poder laborar”, informó.

Sobre el conflicto bilateral, opinó que se debería buscar el diálogo.

“El rebuscador es el que lleva del bulto, sin tener culpa de nada. Nosotros somos pobres, y esta situación nos coloca en un punto aún más critico. Nos favorecemos de Venezuela en muchos aspectos. Además, ¿para donde vamos a agarrar en caso de tener que salir de aquí? Venezuela es para muchos de nosotros una segunda patria, porque a ella vamos a refugiarnos ante el acoso de paracos y guerrilleros”.

Acá, admitió, “se vive con miedo de hablar, porque no se sabe quien lo oye a uno, y hasta te pueden mandar a matar con un sicario para quitarle la merca (gasolina). Ojalá todo termine pronto”.

T/ D’yahana Morales
F/ Oscar Arria
Ruptura de relaciones diplomáticas produjo caída comercial de 50% en Cúcuta

Las tiendas de la ciudad colombiana están vacías, las casas de cambio no registran actividad y las plazas albergan a pocos visitantes. “Somos nosotros quienes necesitamos de Venezuela, no lo contrario”, sostiene una empresaria. “Los venezolanos eran la principal fuente de ingresos del cucutense”, admite un vendedor

“Las ventas están en un punto crítico. La economía está, prácticamente paralizada. Estamos viviendo con la mitad del dinero que hacíamos hace seis meses, y desde la semana pasada (cuando Venezuela y Colombia rompieron relaciones diplomáticas) todo se puso peor”. Quien así lo asegura es Teresa Gutiérrez, propietaria de una tienda de ropa ubicada en el centro de Cúcuta, zona de tradición comercial en la ciudad colombiana.

“Muchos locales se han visto en la necesidad de cerrar porque no están registrando ventas. Se está viviendo gracias al mercado local, es decir, a las compras que hace el colombiano, que son mínimas porque el poder adquisitivo es muy bajo. El sueldo promedio es de 700.000 pesos y un vestido, por ejemplo, puede costar 80.000 pesos. Para el nativo de Colombia es caro, tomando en consideración que sus prioridades son la alimentación, casa, servicios y el pago de las escuelas”, agregó Gutiérrez.

Los centros comerciales y locales establecidos ahora ven como su mayor competencia a los vendedores informales, quienes ofrecen la mercancía un poquito más económica porque no tienen que pagar impuestos.

“Por fortuna ya fue aprobado el decreto para anular el cobro de impuestos en esta zona, con lo que los precios bajaran un poco. Esto podría contribuir a la reactivación de la economía. Estamos viviendo al día. Las calles están vacías y los venezolanos, que son compradores de nacimiento, no vienen. Además, el conflicto binacional que existe ha deteriorado aún más la economía”, lamentó.

El venezolano “no viene a comprar por respaldo a su posición política y porque se le hace muy caro al cambio. Nosotros lo entendemos, pero no lo compartimos, porque resultamos afectados sin tener nada que ver. En mi opinión espero que las relaciones mejoren, porque esto no lo vamos a aguantar mucho tiempo. Somos nosotros quienes necesitamos de Venezuela, no lo contrario”, aseveró.

Yanet Ramírez propietaria de un descanso para camioneros ubicado en la vía hacia Pamplona, comparte la misma opinión.

“La crisis diplomática mitiga los ingresos. El tráfico de gandoleros ha bajado, de 200 por día, a un promedio de 20; todo, tras la ruptura de relaciones entre los dos países. Vendo muy pocos desayunos y comidas, porque no hay tráfico de carga pesada y por consiguiente no hay clientes, pero aún así apoyo a Álvaro Uribe y espero que Santos no le afloje la cuerda a Chávez. Sé que debe haber respeto hacia los países vecinos, pero para mí, la posición del Presidente de Venezuela es peor que la del nuestro”, dijo.

CASAS DE CAMBIO

A lo largo de las avenidas cucutenses se divisa gran cantidad de casas de cambio. Inmensos letreros ofrecen la compra y venta de moneda colombiana, venezolana y estadounidense, pero sus espacios están vacíos.

“El cambio oficial está en 22,10 pesos para la compra y 22,40 para la venta en relación con el bolívar, perdiendo un punto durante la última semana”, explicó Carlos Moreno, trabajador de una casa de cambio ubicada frente a la plaza Santander en Cúcuta.

Moreno aseguró que los venezolanos han dejado de ir a la ciudad colombiana y que la operatividad de la agencia de cambio es de un 50 por ciento en comparación con un mes atrás.

“La variación es total. En años anteriores, durante esta temporada de vacaciones, era común estar llenos; ahora la cosa está tan dura que los locales comerciales hasta reciben dinero venezolano con total normalidad, y nos vemos aún más afectados por que nos nos llegan clientes”, informó.

Cúcuta no es la misma de antes. “Hay angustia, nervios e incluso desinformación. El silencio que ha guardado Santos, más que una esperanza, es un desconcierto que deja abierta la posibilidad a miles de conjeturas en la mente de cada paisano. Ojalá no le dé una berraquera y siga la misma línea que Uribe, porque es el pueblo, el ciudadano de a pie el que se perjudica, y eso pareciera no importarle a ninguno de los gobernantes”, acotó.

EN PLAZA SANTANDER

Justo frente a la sede de la alcaldía de Cúcuta está la plaza Santander. En la también llamada plaza de las palomas, icono de la ciudad colombiana, decenas de visitantes suelen llegar para compartir un “tinto” (café), realizar llamadas telefónicas, tomarse fotos frente a la estatua del prócer colombiano y conversar.

Desde hace poco más de un mes, y en especial, desde la semana pasada, la plaza ha cambiado su rutina. Menos personas la frecuentan, y los antiguos visitantes extranjeros, que en su mayoría eran venezolanos, ya no están.

“Colombia ahora es otra. Cúcuta en especial lo evidencia. Normalmente se veían a diario muchos venezolanos en este lugar, realizando compras o paseando, pero ahora no vienen, y eso nos resulta desfavorable. Los venezolanos eran la principal fuente de ingresos del cucutense, porque venían a comprar acá productos de cuero, como zapatos, carteras y ropa”, comentó Carlos Marín, vendedor de estropajos y artículos para higiene personal.

“Esta ausencia de venezolanos ha repercutido notoriamente en nuestra economía, porque hay que estar claros: Cúcuta vive gracias a Venezuela. Nos beneficiamos de los venezolanos y su ausencia nos afecta directamente”, aseveró.

El vendedor, quien dice sentirse orgulloso de ser colombiano, apoya la política del saliente presidente de su país, Alvaro Uribe y descalifica las declaraciones del presidente de Venezuela, Hugo Rafael Chávez Frías.

“Uribe tiene razón. Sus señalamientos son ciertos, muchos medios de comunicación colombianos así lo destacan. La posición que asume Chávez es de defensa porque tiene miedo de ser descubierto. Esta situación nos hace daño a quienes vivimos en la frontera, porque al romperse las relaciones, el venezolano deja de venir, el bolívar baja y no hay compras”, manifestó.

Aseguró que suele viajar a Ureña a comprar alimentos y productos de la canasta básica, pero que desde la semana pasada ha preferido no ir, porque siente temor de que estalle un conflicto y él quede en el medio.

“Prefiero quedarme de este lado de la frontera mientras vemos qué es lo que va a pasar. Eso sí, yo soy colombiano, y si fuese necesario saldría a defender mi país a pesar de querer tanto a los venezolanos y a su tierra. Ojalá nunca lleguemos a las armas, porque estas tierras hermanas se teñirían de sangre de inocentes, de los que menos tienen que ver en el conflicto”, sentenció.

En cambio, José Iván Ochoa, venezolano que vive en Colombia desde hace 26 años, respalda al Presidente venezolano.

“Soy nacido en la población de La Fría, pero me vine a Cúcuta porque me casé. Viajo mucho a Ureña y San Antonio, para visitar a mis familiares y comprar harina, azúcar y otras cosas. Me parece una doble moral del colombiano hablar mal de Chávez si desde hace muchos años se beneficia de su gobierno y de Venezuela. En esta ciudad se consiguen productos venezolanos como si se estuviera allá, y Cúcuta ha crecido gracias a la inversión del venezolano, porque cada vez que ellos compraban acá, dejaban dinero en impuestos que eran usados por el gobierno local para construcciones, mejora de vías y de la condición social del colombiano”, añadió.

Es ilógico, sostiene, que Uribe, cuando está a pocos días de su salida de la Presidencia, busque pelear con Chávez.

“Hugo Chávez no debería caer en las provocaciones de ese hombre (Uribe), y seguir ocupándose de su pueblo, tan bien como lo ha hecho durante todos estos años de la Revolución. Yo espero que haya diálogo cuando Juan Manuel Santos asuma el poder, y que esta crisis quede en el pasado. Lo que hoy por hoy sucede no es culpa de Chávez, sino del terrorista de Uribe que no piensa más que en él y en su séquito de seguidores, negando oportunidades al pueblo de Colombia. Yo no lo pensaría dos veces en irme a mi país para defenderlo”, finalizó.

GUERRA CIVIL

Al hablar del conflicto bilateral que se vive en los actuales momentos, el ciudadano colombiano asegura no querer seguir viviendo en guerra.

“Desde que el colombiano tiene uso de razón ha vivido en una guerra. La guerra civil colombiana ha dejado muchas víctimas inocentes y vivir en este clima es terrible. No se puede confiar en nadie; no se sabe quien es guerrillero o paramilitar y te puede mandar matar de un día para otro”, comentó Elí Bautista, ciudadano de Bucaramanga que se gana la vida vendiendo zapatos deportivos y gaseosas.

Lo peor, advierte, es que pudieran empezar a escasear los alimentos, porque muchos de ellos son comprados en Venezuela “y traídos a nuestro pueblo por los ‘caminos verdes’, pero con los controles más estrictos que hay ahora en la frontera, la cosa se nos pone cada vez mas chiquitica”.

Dijo no estar de acuerdo con ninguno de los dos presidentes, “aunque si tuviese que ponerme del lado de alguno, lo haría con Uribe, porque este es mi país, pero la verdad es que ninguno de ellos está midiendo la magnitud de lo que podría significar una guerra o cierre de fronteras. Venezolanos, colombianos, peruanos, bolivianos: todos somos iguales y no debemos enfrentarnos por cosas diplomáticas; deben buscar una pronta salida”.

Bautista confía que no ha querido volver a pasar hacia Venezuela. “Prefiero quedarme acá y rezar para que nada malo suceda. No queremos guerra, queremos paz y mejoras sociales; en la misma medida en que se dañan las relaciones entre Venezuela y Colombia, se le daña la vida al colombiano”, acotó.

Otros ciudadanos colombianos, que realizaban compras en la zona y que prefirieron no dar su nombre, aseguraron estar a favor de la Revolución Bolivariana. “Nunca seré uribista. Este señor lo único que ha traído a Colombia es violencia, pobreza y desesperanza. Es un títere de Estados Unidos, país que sólo quiere justificar la matanza de inocentes para apoderarse de un país, y en el caso de Venezuela, está claro que es para llegar a tener la mayor reserva de petróleo del mundo”, expresó un cucutense dedicado a la venta callejera.

Ningún colombiano que se respete debe apoyar una guerra, y menos, a un Presidente responsable de más de 2.500 muertes de personas cuyos cadáveres fueron localizados en La Macarena. Uribe debe responder al mundo por esas muertes, por esas masacres; lo único que busca con este conflicto es desviar la atención y buscar la aprobación de Estados Unidos para que lo defiendan cuando sea juzgado por delitos de lesa humanidad”, agregó.-

T/ D’yahana Morales
F/ Oscar Arria

Las autoridades de la Guardia Nacional Bolivariana, junto con personal de Pdvsa, pusieron en funcionamiento un plan a través del cual los conductores sólo pueden cargar combustible una vez al día y por un monto máximo de 3 bolívares para carros particulares. La ruptura de relaciones diplomáticas con el gobierno de Uribe Vélez afecta “la labor” de los pimpineros colombianos

Partager cet article
Repost0

commentaires

Miguel Bakunin

 

 

Carl Sagan

Así, a medida que la ciencia avanza, Dios parece tener cada vez menos que hacer. Es un gran universo, desde luego, por lo que Él, Ella o Ello, podría estar ocupado provechosamente en muchos sitios. Pero lo que evidentemente ha ocurrido es que ante nuestros propios ojos ha ido apareciendo un Dios de los vacíos; es decir, lo que no somos capaces de explicar, se lo atribuimos a Dios. Después, pasado un tiempo, lo explicamos, y entonces deja de pertenecer al reino de Dios. Los teólogos lo dejan de lado y pasa a la lista de competencias de la ciencia.

 

Carl Sagan: “La diversidad de la ciencia” [2007]



 

Stepehen Hawking

"La estirpe humana no es más que un sustrato químico en un planeta pequeño, orbitando alrededor de una estrella mediana, en los suburbios de una galaxia del centenar de miles de millones que existen"

 

Carlos Marx

“Durante el curso de su desarrollo, las fuerzas productivas de la sociedad entran en contradicción con las relaciones de producción existentes, o, lo cual no es más que su expresión jurídica, con las relaciones de propiedad en cuyo interior se habían movido hasta entonces. De formas de desarrollo de las fuerzas productivas que eran, estas relaciones se convierten en trabas de esas fuerzas. Entonces se abre una era de revolución social” (1859)

 

 

Albert Einstein

Si una idea no parece absurda

de entrada,

pocas esperanzas

hay para ella.-

 

Groucho Marx

"El secreto de

la vida es

la honestidad y

el juego

limpio, si puedes

simular eso,

lo has conseguido."  

  

MARX, Groucho (1890-1977) 
Actor estadounidense