En diciembre de 1872 se celebró en Córdoba el primer Congreso Anarquista Internacional en el edificio que ahora es el Teatro Góngora. Ciento treinta y ocho años después, celebramos, también en Córdoba, el X Congreso de la CNT los días 4 a 8 de diciembre de 2010.
Después de un intenso, y a veces tenso, X Congreso de la CNT, volvemos con energías renovadas para seguir trabajando en aras de convertir a nuestra CNT en alternativa real y tangible al sindicalismo burocratizado y domesticado, y más allá como instrumento contra el Estado y el Capital, que en su última embestida contra la clase trabajadora ha perdido el poco pudor que le quedaba: un ataque en toda regla. Debemos estar a la altura de las circunstancias históricas que vivimos, y hoy, más que nunca, estar en los tajos, en la calle, en la confrontación abierta contra todo explotador y desde todos los ángulos posibles. Porque la que nos está cayendo y la que está por caer es para temblar.
En el Congreso se ha visualizado claramente la división del sindicato en Andalucía (conun 35% de los sindicatos por un lado y el 65% en el otro). Son divisiones absurdas, a mi parecer, que responden a matices, distintas sensibilidades, miedos a caer en reformismos (también personalismos y malos entendidos)…pero que no responden a contenidos de peso.
Porque la CNT tras su X Congreso sigue, más que nunca, en su línea de independencia política y económica (sin subvenciones ni liberados), sin participar en el fraude de las elecciones sindicales cuyo objetivo es elegir el mayor nº de “representantes” (para después repartirse el pastel de las subvenciones) que sólo se representan a ellos mismos, reforzando la burocracia sindical, cercenando el poder de las asambleas soberanas de trabajadores, pactando Reforma tras Reforma y provocando con ello la mayor precariedad laboral de Europa, la pérdida constante de derechos sociales, y la desmovilización, apatía y resignación de la clase trabajadora, como si los males no tuvieran responsables y vinieran inexorablemente del cielo.
Sin embargo, de este Congreso ha salido la necesidad de estar más presentes en la vida social, llegando a pactos PUNTUALES con otras fuerzas sociales para redoblar esfuerzos. También la necesidad de impulsar desde el sindicato escuelas libertarias y colectividades de consumidores-productores. Por otro lado favorecer la coordinación entre sindicatos y establecer un baremo que manteniendo la estructura territorial (es decir, tan importante es que un sindicato de CNT crezca en afiliación como estar presentes en territorios donde no se está, aunque sea con pocos afiliados, siguiendo la idea “municipalista” tan implantada en la CNT) equilibre el peso entre sindicatos con un número amplio de afiliados y otros con menos. Por último, articular una respuesta rápida desde el Comité Nacional para adherirse, o no, a campañas específicas (huelgas, objeción fiscal….).
Del X Congreso han salido reforzadas las ideas anarcosindicalistas y la tendencia “abanderada” por el SOV de Córdoba en un 70% aproximadamente, expresadas en las diferentes Ponencias: Normativa Orgánica, Acción Social, Acción Sindical…y se ha aprobado que sea Córdoba la localidad que acoja al nuevo Comité Nacional con su Secretariado Permanente (SP) bajo el nuevo, y flamante, Secretario General: Alfonso Álvarez, el Alfonso.
El curro para montar el Congreso (montaje-desmontaje, organización, debates, Comisiones de Refundición…), en el que se han volcado con entusiasmo y entrega los compañer@s de Córdoba, ha sido impresionante.
Agotador, verdaderamente agotador, tanto física como mentalmente. Pero ha merecido la pena.
En mi caso me ha servido para aprender mucho de la dinámica asamblearia, del apoyo mutuo entre compañer@s, del trabajo desinteresado, del esfuerzo común (y para crecer como persona). Tenso, agotador, pero también emotivo y formativo.
También ha servido para que otros sindicatos (con informaciones confusas) puedan visualizar CLARAMENTE las actitudes autoritarias de algunos sindicatos y/o compañer@s (que haberlos haylos) y para darnos la razón.
Esas actitudes obstaculizadoras de algunos se ha traducido en exaltaciones y en que 6 sindicatos (de 120 presentes) hayan ocupado en los turnos de palabra el 65% del tiempo total… evidenciado que no por mucho gritar se tiene más razón (y que la CNT no es una organización PERFECTA…afortunadamente).
Diferencias de pareceres que se pueden compartir (en la CNT no hay bloques ni tendencias estructuradas, fijas, monolíticas y que no sean permeables) entre diferentes compañer@s de diferentes sindicatos, o que pueden cambiar entre compañer@s o sindicatos según cambian las circunstancias (en la línea no dogmática que caracteriza a esta organización), y que pueden defenderse con apasionamiento y vehemencia (muy propio de la CNT) pero siempre desde el respeto.
También he podido comprobar, con alegría, que la inmensa mayoría de los delegad@s asistentes, así como los invitados y observadores (en un total de 600 personas) eran jóvenes de entre 20-40 años, y que los “exaltados” no eran los más jóvenes necesariamente: no hay una quiebra generacional. Por tanto la CNT tiene asegurada el relevo generacional con una juventud que me ha asombrado por lo bien amueblada que tiene la cabeza (y eso a pesar de la falta de experiencia en muchos casos).
Nuevas y no tan nuevas generaciones de compañeros
Durante las comidas, en “asambleas” espontáneas y paralelas, nos hemos juntado los arqueólogos que íbamos como delegad@s por nuestros sindicatos: tres compañer@s de Barcelona, uno de Galicia, dos de Córdoba y uno de Málaga y hemos comenzado a fijar las bases de una Coordinadora de Arqueología que tendría su impulso a partir de Febrero (coincidiendo con las II Jornadas sobre Arqueología y Sindicalismo que organizan en Barcelona).
Hemos constatado (a pesar de que podamos ver, según cómo nos levantemos por la mañana, el “vaso medio vacio”) que no sólo la CNT es referente en estos menesteres, sino que dentro del sindicato somos la Sección de Arqueología de Córdoba la punta de lanza: lo poco, o lo mucho, que se ha hecho sirve de referencia fuera y dentro del sindicato (y esto es así nos guste o no), lo que nos obliga a redoblar esfuerzos.
Para ello es fundamental militar, implicarse más. Uno de los MAYORES problemas de la izquierda y de la sociedad actual en general es la “cultura de la delegación” en la que nos crían y a la que nos adaptamos por imposición y comodidad (“que lo hagan los demás”). Delegando y delegando vamos perdiendo responsabilidades, y con ellas la libertad (en todas las facetas de la vida: familiar, escuela, trabajo, alimentación, ocio, cultura…).
Pero, como dice el refrán: “quien algo quiere, algo le cuesta”, y más en una organización como la nuestra. Tened presente que independientemente que se consiga, o no, aquello por lo que trabajamos (sin delegar), es en el propio esfuerzo, en la lucha (con sus aciertos y errores) donde está el aprendizaje y el mejorar como persona, desde el apoyo mutuo y el antiautoritarismo.
Ánimos y a pelear
PD: para quien no esté acostumbrado a la terminología de la CNT. En la CNT l@s delegad@s son simples transmisores de los acuerdos de sus sindicatos. No deciden por sí mismos y deben comunicar los acuerdos alcanzados en sus asambleas respectivas. En cualquier momento pueden ser substituídos…y por supuesto no cobran ni un duro.
Trabajando…también en las comidas
En la brecha
Nuevas y novísimas generaciones
