Al menos diez personas, seis de ellas civiles y cuatro militares, han muerto y alrededor de un centenar han resultado heridas a causa de los disparos efectuados en los graves disturbios de este domingo en el centro de El Cairo tras una manifestación de cristianos coptos, informaron fuentes de seguridad.
Los coptos piden que se procese a los autores de la destrucción de una iglesia en el sur del país
Los choques se iniciaron al llegar miles de coptos, que pedían el fin de la violencia confesional contra su comunidad, ante la sede de la televisión egipcia y empezaron a lanzar cócteles molotov.
Los militares que vigilan el lugar intervinieron para calmar la situación y evitar que los manifestantes causaran más daños en el edificio.
La intervención del ejército motivó a los manifestantes a lanzar piedras y efectuar disparos contra los soldados, según la fuente de seguridad, aunque la versión de los manifestantes es opuesta.
El cristiano Musab Abdelmesih dijo que "la manifestación era pacífica" y acusó al ejército de disparar contra los manifestantes. Abdelmesih denunció, además, que grupos de "baltaguiya", como se conoce a los matones del antiguo régimen, les atacaron por la espalda.
En los alrededores de la televisión varios centenares de personas continúan enfrentándose a las fuerzas de seguridad, que lanzan gases lacrimógenos.
Los manifestantes piden que se procese a los que participaron en la destrucción recientemente de una iglesia en Edfu, en la provincia de Asuán, en el sur del país. También exigen a las autoridades que establezcan un marco judicial unificado para todas las religiones que les permita poder construir iglesias sin restricciones, tal como anunció el Consejo de Ministros en mayo pasado.
En este sentido, Abdelmesih aseguró que lo que ellos piden es "poder construir iglesias como los musulmanes levantan mezquitas".
La violencia sectaria es frecuente en Egipto y los choques entre ambas comunidades se han incrementado después de la revolución egipcia, ante el auge de los movimientos islámicos más conservadores, como los salafistas.-