PIEDRA DE TRANCA-MARCIANO ESTE ESCRIBIDOR NO QUIERE ser patético. No le gusta, por naturaleza, la estridencia ni colocar el énfasis en lo dramático. Y es evidente que cuando se invoca la sangre en la política, o tan sólo se la menciona, uno pisa ese terreno. Tampoco me alarma. Por el contrario, siempre considero que la mejor política es aquella que no conduce a la gente al sobresalto. Porque generalmente el ser humano no quiere vivir en perenne estado de tensión. Pero la realidad es la realidad. No hay manera de eludirla, y cuando uno tiene la obligación de decir cosas debe apuntar hacia lo que más inquieta. No tengo alma de apagafuegos, tampoco de piromaniaco. Me manejo en un plano en el cual lo que cuenta es la sindéresis. Así algunos piensen lo contrario cuando me leen. Lo cierto es que por los vientos que soplan hay poderosas fuerzas, internas y foráneas, alentando la candela. Atizando el fogón. Exasperando los ánimos. Día y noche conspiran, sigilosa o abiertamente. Y se da el caso de que enemigos irreconciliables hasta hace poco deponen diferencias, juntan esfuerzos, y conforman un frente para acabar con Chávez, la bestia maldita en el ideario ultra reaccionario. 000000000000000 ESTE ESCRIBIDOR SABE muchas cosas. Conoce detalles de la trama. La manera como se está tejiendo, entre sectores de la oposición venezolana y niveles políticos de los EEUU, la ofensiva contra Venezuela. Más que en la Casa Blanca o del Departamento de Estado, en Obama o Clinton, es en el superpoder estadounidense: del Pentágono, el Secretario de Defensa, del Comando Sur. Este poderoso complejo militar la dirige, recelando de las debilidades de Obama. La confirmación de que la conjura contra Chávez y el proceso bolivariano se ha desplazado hacia otro centro de poder, lo confirma nada menos que el director de Inteligencia de EEUU, Dennis Blair, con lenguaje inequívoco, al decir que “la amenaza en la región es Chávez y que no importa su origen legítimo”. Para los gringos el mandatario venezolano se ha convertido en amenaza para la seguridad de EEUU y, por consiguiente, se impone proceder con los métodos que el imperio suele emplear en estos casos. Obviamente que Venezuela ya no está en la agenda de la Casa Blanca ni del Departamento de Estado, en el discurso de esas dos instancias. Ahora está en la agenda del Pentágono, de la Dirección de Inteligencia y del Comando Sur. Es decir, se ha militarizado la relación y ha dejado de ser tema de la diplomacia. 000000000000000 ESTA SITUACIÓN DE DESESPERACIÓN, producto de la certeza que tienen en EEUU y en el país de que el hecho electoral de septiembre de este año no será favorable a sus intereses, es lo que abre las puertas a las alianzas que se están produciendo internamente. A la extraña coincidencia que se da entre viejos ex chavistas que se rechazaban con fiereza y que ahora se reencuentran, y, a la vez, el nexo con sectores de la oposición puntofijista repudiados con vehemencia. 000000000000000 ¿QUÉ LOS PONE A COINCIDIR? Dos factores: el odio escatológico a Chávez y el apoyo abierto de los estadounidenses, de la fuerza militar y la inteligencia de esa nación. Situación que, según ellos, les asegura el éxito de acabar con Chávez y con el proceso bolivariano. Eso sí, de raíz. A sangre y fuego. Sin escrúpulos ante la perspectiva de masacre. Más bien ésta los estimula. Es Yakarta. Es Chile. Es Argentina. Es Colombia. Es lo que ansían. No sienten grima por la sangre. Al contrario, les produce honda satisfacción.- |