El embajador James Dobbins, actual director del Centro de Política de Defensa y Seguridad Internacional RAND, recordó que las recientes declaraciones del mandatorio estadounidense sobre la existencia de una posible solución para el dossier nuclear iraní muestran la disposición de Obama para admitir el derecho de Irán a usar la energía nuclear pacífica.
El encargado de la corporación RAND hizo estas declaraciones en una entrevista exclusiva con IRNA, agencia de noticias persa, publicada este lunes.
Creo que el Gobierno de Estados Unidos reconocerá directamente el derecho de Irán a enriquecer uranio en el momento en que Washington y Teherán lleguen a un acuerdo global sobre los principales temas en discordia, añadió Dobbins.
En alusión a la carta recién enviada al presidente Barack Obama donde distintos políticos norteamericanos apuestan por conversaciones serias entre Irán y Estados Unidos, Dobbins, uno de los responsables del texto, calificó dicha iniciativa de crucial y sensible, ya que la situación regional es “muy peligrosa” y se está intentando calmar el ambiente.
“El progreso de las conversaciones bilaterales entre nosotros e Irán es muy importante para conseguir reducir las tensiones y podría evitar un conflicto militar”, aventuró Dobbins.
Un acuerdo entre Irán y Estados Unidos, según el diplomático, parte de que Washington revoque las sanciones antiraníes. Teherán, por su parte, debería detener el enriquecimiento de uranio de alto nivel, intercambiar uranio de alta pureza y postergar el proceso de enriquecimiento de uranio en las instalaciones nucleares de Fordo.
Agregó que “estos casos, por supuesto, serían un principio hacia un acuerdo integral que devendría en la prescripción de todas las sanciones y de una normalización de las relaciones entre la sociedad internacional e Irán”.
Las sanciones antiraníes, según el diplomático estadounidense, alertan a Turquía, Egipto e Irak de las consecuencias que podrían arrostrar de seguir los pasos de Irán.
EE.UU., junto a sus aliados occidentales, acusa a Teherán de perseguir objetivos bélicos en su programa de energía nuclear y con tal pretexto ha impuesto duras sanciones al país.
Irán, amén de rechazar esas acusaciones, señala que como miembro de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) y signatario del Tratado de No Proliferación (TNP) tiene derecho legítimo a adquirir y desarrollar la energía nuclear con fines pacíficos, y ha advertido en reiteradas ocasiones sobre la negativa repercusión que dejarán las sanciones antiraníes en la economía mundial.-
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