1.- Nuestra visión del anarquismo se fundamenta en su significado en tanto movimiento histórico de la clase trabajadora, manual e intelectual. Esa historia está llena de sacrificios, de luchas, de experiencias, y de debates de todo tipo, que prosiguen hasta hoy mismo. Se proyecta como acción directa, apoyo mutuo, solidaridad, autogestión y planteos socialistas y comunistas. Están vinculados a las alternativas de democracia directa y a las luchas por la libertad. De esa experiencia histórica han surgido corrientes en distintos ámbitos sociales que, calcando las lecciones aprendidas por los anarquistas en el sindicalismo revolucionario, se aplican en diversas causas y con diversas suertes.
2.- Históricamente también el movimiento anarquista se fue desprendiendo de ciertas tendencias nihilistas que practicando la violencia individual contra la violencia de los dominantes creó la “mala fama” del anarquismo y de los anarquistas. Estudiosos libertarios italianos aseguran que aquellas prácticas provinieron de finales del siglo XIX porque la filosofía anarquista anidó en capas de la burguesía inconforme y dio como resultado el atentado individual o las “influencias burguesas” a las cuales se referiría un sesudo pensador ácrata. Esos mismos estudiosos buscan reivindicar la suerte de bisagra que tiene el anarquismo con las clases proletarias; en otras palabras, el anarquismo sería la expresión radical del movimiento obrero organizado, mas no separada de éste sino en su seno inmerso.
3.- Antes que seguir siendo la práctica de la rebelión individualista, aislada, la praxis ácrata se manifiesta a partir de l936 en un impulso de las fuerzas colectivas socialmente desplazadas del poder y del goce de la vida. Lo que hacen los anarquistas entre 1936-1939, en España, es consolidar unas formas de poder popular que se basaban en el sindicato y en la colectividad. Se rechazaba el poder corrompido y se asumía la posibilidad –de aquí el posibilismo de aquella etapa- de un poder obediencial, democrático y popular. Que esa experiencia haya sido abortada por el fascismo y las potencias europeas todas no desdice de las virtudes que fueron sus banderas. En condiciones jamás imaginadas por los que pensaron el anarquismo en el plano teórico –Proudhon, Bakunin, Kropotkin, Reclús, etc.-, los libertarios españoles libraron la más brillante epopeya de la historia del anarquismo.
4.- A partir de este punto es que debe ser retomado el anarquismo. No se trata de retornar a la “leyenda negra” de los atentados de “la propaganda por el hecho” que nada aportaron a la causa, sino a partir en que la praxis ácrata se hace colectiva, se masifica, hasta el punto de dirigir una poderosa central sindical. Porque se trata, asimismo, de un cambio del sujeto de la revolución, es decir, se transita de la sociedad rural a la sociedad urbana y en un país del Tercer Mundo europeo. Ya que la experiencia makhnovista no permitió visualizar la acción anarquista en una sociedad urbana y urbanizada, ya que no lo era la Rusia de 1921.
5.- Pero si el franquismo liquidó al poderoso movimiento anarquista español, así como los bolcheviques aplastaron al makhnovismo, las experiencias mexicanas y rioplatenses, continuaron tejiendo las posibilidades libertarias en sociedades diferentes. En América Latina, los anarquistas se han diversificado más que en cualquier otra parte. Aún con Perón, los anarquistas daban señales de vida. Y, en la década de los 60’s, los anarquistas plantearon formas de lucha en una sociedad eminentemente urbana como la uruguaya.-
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Gerardo Gatti (1931-1976), siendo secretario de la Federación Anarquista Uruguaya fue "desaparecido" por la dictadura argentina.
