La decisión fue respaldada con 5 votos a favor y 3 en contra, y representa una victoria para quienes apoyan los esfuerzos en contra de la inmigración ilegal. En cambio, los opositores de la legislación, incluida la Administración Obama, dicen que se contrapone a la ley federal que se encarga de vigilar los asuntos relacionados con la inmigración.
Para los simpatizantes de las políticas contra la inmigración ilegal es un precedente que les da la esperanza de que se apruebe otro punto, aún más controvertido, de la famosa ley, que establece que la inmigración ilegal es un delito estatal y quien no pueda presentar sus documentos podría ser condenado a 6 meses de prisión. De ser aprobado, otorgaría a los policías de Arizona el derecho a detener a cualquier persona que no lleve consigo su cédula de identidad y que por su aspecto físico parezca un inmigrante ilegal.
Varios estados siguieron el ejemplo de Arizona promoviendo nuevos proyectos destinados a lidiar con la inmigración ilegal. El hecho de que algunos estados norteamericanos hayan endurecido drásticamente las medidas contra los inmigrantes indocumentados ha provocado una ola de protestas por todo el país.
Los críticos de esas medidas afirman que son inconstitucionales e instigan a la discriminación racial, en particular contra la población latina que reside en EE. UU. En cambio, los defensores de las normativas las ven necesarias para detener el crimen en el estado de Arizona, que es uno de los puntos clave para el tráfico de inmigrantes y de drogas. Ha pasado más de un año desde que se desató la polémica, pero la resolución del problema no parece estar cerca. Los opositores de las medidas han hecho varios llamamientos al presidente estadounidense, Barack Obama, para que cumpla su promesa electoral e impulse una reforma integral de la inmigración, pero aún no se han tomado decisiones al respecto.-