Los anarquistas bregamos por la instauración del comunismo antiautoritario, está en la esencia del movimiento desde los tiempos de Bakunin.
El comunismo antiautoritario (también denominado comunismo libertario o comunismo anarquista) consiste fundamentalmente en la abolición de la propiedad privada de los medios de producción, distribución y consumo sociales, y por la instauración del poder popular federado que hará innecesario por inútil al poder político centralizado. Comunismo y Federación son, pues, los elementos clave del proyecto anarquista de emancipación social.
Esta meta está más cerca cada día que pasa. La bancarrota sistémica de la dominación es un hecho y no una aspiración. El capitalismo financiero imperial, última etapa del dominio de los amos, está resquebrajado, y sólo sobrevive mediante la destrucción de la Naturaleza y la guerra indiscriminada.
Se requiere de formas organizativas sociales realmente democráticas e igualitarias, y no de representaciones permanentes y espurias. La democracia burguesa es un caos patrocinado por el sistema capitalista, y las economías nacionales, locales y colectivas son tributarias de la especulación financiera. Los Estados capitalistas, que son todos, practican el control y el sometimiento de las masas mediante lavados de cerebro colectivos que entumecen aún más la libertad de los seres humanos.
Cada día es más evidente que sólo la igualdad puede engendrar la genuina libertad, sólo el comunismo libre puede apuntalar la libertad, sin amos y sin esclavos.
Así que hoy como siempre insistimos: Ni Dios Ni Amo Ni Patrón, y por eso mismo somos ateos, comunistas y anarquistas.
Aparte de ser la base del proyecto libertario de emancipación el comunismo anarquista es, también, la forma organizativa de los anarquistas que actúan en el movimiento popular representando, por tanto, la alternativa históricamente comprobada mediante la cual los anarquistas socialistas, organizados y revolucionarios, han puesto en jaque al dominio de los amos de turno.-