Hacer el amor y no la guerra
Para la "izquierda" gubernamental y el Imperio USA la "guerra ha terminado"
(IAR Noticias) 21-Abril-09
Pareciera que alguna bruja les hubiese tocado con un hechizo: La "indomable" izquierda gubernamental "revolucionaria" latinoamericana de los Chávez, Morales, Correa, Ortega y compañía pareció sucumbir a los encantos del "blanquinegro" CEO de la empresa imperial USA, Barack Obama, a quien miraban embelesados como si fuera un "manso cordero" durante el desarrollo de la denominada "Cumbre de las Américas". Al final, primó la "reconciliación" y las declaraciones finales reflejaron que la "revolución" había sucumbido a los encantamientos de Obama. Por cuanto tiempo, no se sabe.
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Las cámaras de la televisión internacional registraban insistentemente los gestos de servidumbre y de sumisión que ponían los presidentes "progresistas" ante la presencia del jefe imperial sentado y participando como "uno más" del grupo.
A pesar de descargar la artillería mediática de sus discursos "antiimperialista" de costumbre, cada uno de ellos hubiera dado parte de su vida para que el CEO imperial les dirigiera públicamente la palabra. ¡Con Obama es otra cosa!, parecían decir sus rostros embelesados que buscaban permanentemente a la figura del jefe imperial que derrochaba "amabilidad" y "humildad" por los cuatro costados.
Chávez parecía poseído: La mirada irónica y despreciativa del "Bush Diablo" y del "Señor Danger" había desaparecido de su rostro, y se dirigía a Obama como al "amigo" que nunca había tenido.
Todos parecían embrujados, fuera de la realidad, y se referían a Obama como el "hermano recuperado".
Muchos llegaron a balbucear algo así como que "el Imperio continúa siendo malo, pero Obama es bueno", en un intento por separarlo de la Cuarta Flota y de los bancos sionistas de Wall Street que circundaban y monitoreaban el fastuoso escenario de la cumbre de las "Américas".
Y sucedió lo que tenía que pasar: La V Cumbre de las Américas concluyó este domingo en la capital de Trinidad y Tobago con la "reconciliación formal" entre Estados Unidos y todos sus rivales en la región, incluido Venezuela, de los que Barack Obama dijo que "no representan una amenaza para los intereses estadounidenses", y a los que prometió respeto, por encima de sus diferencias ideológicas.
Como corolario del encuentro Barack Obama dijo ver "potenciales signos positivos" en Venezuela y Cuba, mientras sus asesores claves y la Casa Blanca elogiaban los resultados de la cumbre.
Al mismo tiempo, para el conjunto de América Latina, el presidente de EEUU declaró terminado el tiempo en que Washington se limitaba al uso de su poder militar (aunque no aclaró que hará con la Cuarta Flota y la cadena de bases militares distribuidas por todos los puntos estratégicos de América Latina).
Obama, en un insólito reconocimiento, puso la labor de los médicos cubanos en el Caribe, el mayor orgullo de la revolución castrista, como "un ejemplo del que Estados Unidos tiene que aprender".
"Ése es un ejemplo de vías de interacción con los pueblos de la región que también pueden resultar beneficiosas para los intereses estadounidenses... El poder militar es sólo una parte de nuestro poder, que tenemos que complementar con más iniciativas diplomáticas y de carácter humanitario", manifestó el presidente de EEUU.
Obama defendió su acercamiento en esta cumbre a rivales de furioso "verbo antiestadounidense" como los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez, de Nicaragua, Daniel Ortega, y de Bolivia, Evo Morales. "Tenemos muchas diferencias respecto a muchos temas, pero en la medida en que podamos ser respetuosos de las reglas democráticas, podemos encontrar lo que tenemos en común",señaló.
Comparando esta cita con anteriores encuentros regionales, "había más furia dirigida a enemigos comunes como la pobreza, la inestabilidad financiera y el enriquecimiento económico, y menos ira dirigida a Estados Unidos o al imperialismo, a lo que era visto como 'imperialismo'", dijo Larry Summers, un alto asesor de Obama.
"Había una especie de sentimiento de franqueza y reconocimiento de ambas partes de que no iba a haber un acuerdo total sobre cada tema y de que eso estaba bien", señaló.
Es el caso de Cuba. "Creo que es justo decir que tenemos un desacuerdo sobre Cuba y el presidente lo dijo claramente", indicó Denis McDonough, director de comunicaciones estratégicas.
Por su parte, el "archienemigo" declarado del Imperio USA, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, manifestó su confianza en que Obama "sea el Presidente de un nuevo Estados Unidos" y destacó que esta es la esperanza de quienes aspiran se ponga fin a la era del imperio de ese país.
"El presidente Obama y yo tenemos diferencias obvias de enfoque pero coincidimos en que estamos dispuestos y tenemos toda la voluntad firme de trabajar juntos", afirmó Chávez en declaraciones recogidas por la agencia de noticias ABN.
En referencia a las relaciones bilaterales con Estados Unidos, el líder venezolano se manifestó complacido con la disposición mostrada por el presidente Barack Obama, quien prometió no cometer injerencias en los asuntos internos de ningún país.
"Dejemos en el pasado el imperio de Estados Unidos; que nazca un mundo nuevo, pluripolar con respeto hacia la soberanía de los pueblos", enfatizó el mandatario venezolano en su discurso de apertura de la V Cumbre de las Américas, desde Trinidad y Tobago.
Asimismo, agradeció el gesto de Obama, quien a su llegada a Puerto España se acercó a Chávez para saludarle y se dieron un primer apretón que el venezolano aprovechó para ofrecerle su amistad. "Quiero ser tu amigo", declaró.
Chávez, incluso, decidió reponer al embajador de su país en Washington, que había retirado en septiembre por diferencias políticas con Estados Unidos. Hillary Clinton celebró la iniciativa.
Como correspondencia del gesto del "ex enemigo" Chávez, a última hora del sábado, el Departamento de Estado norteamericano informó desde Washington que "trabajará" para que un embajador de su país regrese a Venezuela.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio "Lula" da Silva, por su parte subrayó que Estados Unidos y América Latina "han iniciado una nueva era en sus relaciones" tras la V Cumbre de las Américas de Trinidad y Tobago, un encuentro, que, según el mandatario brasileño, ha creado un ambiente adecuado para el diálogo entre Estados Unidos y Venezuela tras años de tensiones.
"Yo dije a Chávez, tu divergencia era con Bush y no con Estados Unidos, este es el momento", precisó Lula.
"Puede crearse una nueva dinámica. Vamos a ser francos, todos esperaban que Chávez y Obama se fuesen a atacar y ocurrió exactamente lo opuesto", afirmó Lula.
"Si él (Chávez) tuvo un problema grave en la 'era Bush' eso puede cambiarse en la era Obama. Salgo de aquí satisfecho con la reunión. La guerra no ocurrió y hubo una reunión excepcional. Lo que podría haber ocurrido de mejor fue el clima político", añadió Lula al partir hacia Brasil el domingo.
El presidente estadounidense, Barack Obama, "se ganó la voluntad de América Latina" en la V Cumbre de las Américas, dijo por su parte el presidente de Honduras, José Manuel Zelaya, en rueda de prensa tras la clausura de la cumbre.
"Se esperaba confrontación y lo que hubo fue análisis", dijo el presidente de Honduras, país asociado (junto a Cuba, Bolivia, Venezuela, Dominica y Nicaragua) a la Alternativa Bolivariana de las Américas, considerado el bloque "antiamericano" del continente.
Zelaya se deshizo en elogios a Obama, "un nuevo presidente que viene a dialogar, no a tratar de imponer sino a escuchar y a dar una gran apertura", un hombre "que ha venido a abrir una puerta de diálogo que no existía y a reconocer las asimetrías que existen".
Otros de los "revolucionarios gubernamentales" de línea dura, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, consideró que la V Cumbre de las Américas, que concluyó el domingo en Trinidad y Tobago, dejó "pasos positivos" para una nueva etapa de relaciones entre Estados Unidos con América Latina y el Caribe.
"Las conclusiones de la Cumbre son positivas, porque estamos hablando que se está estableciendo un nuevo diálogo entre América Latina y el Caribe con Estados Unidos", valoró Ortega, en declaraciones que publica en Managua el portal gubernamental "El Pueblo Presidente".
El líder sandinista subrayó que en el marco de la V Cumbre de las Américas, los gobernantes centroamericanos lograron establecer "canales de comunicación" positivos con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
Sobre Obama, Ortega señaló que en Washington existe todavía una estructura "imperialista", el cual dijo, es el "gran desafío" que enfrenta el mandatario estadounidense.
"Hay voluntad de parte de Obama hacia América Latina y el Caribe de trabajar en una nueva dirección. Hemos compartido esa visión dentro de un marco de respeto, de cordialidad, pero no podemos perder de vista que Obama está montado sobre la estructura del imperio que tiene una política diseñada y definida por la anterior administración (de George W. Bush)", señaló el líder revolucionario gubernamental de Nicaragua.
El líder sandinista insistió, sin embargo, que el reto para Obama de cara a América Latina y el Caribe es que pueda establecer nuevas relaciones en medio de la diversidad y en el marco de respeto y la cooperación.
Pero hay algo más: El presidente de Brasil, Luis Inázio "Lula" da Silva, recomendó el domingo a su homólogo de Estados Unidos, Barack Obama, que prepare una visita de la secretaria de Estado, Hillary Clinton, a Venezuela y Bolivia, para propiciar una rápida mejoría de las deterioradas relaciones de Washington con esos países.
Lula planteó esta cuestión durante una reunión de los doce mandatarios de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) con Obama celebrada en los márgenes de la V Cumbre de las Américas, en Trinidad y Tobago, según explicó el ministro de Asuntos Exteriores de Brasil, Celso Amorim.
Por ahora, y aunque la realidad diga otra cosa, la guerra antiimperialista para los "enemigos de paja" del Imperio parece haber terminado.
Como se puede apreciar por sus declaraciones, los integrantes de la "izquierda" gubernamental con Chávez a la cabeza se sinceraron y se han convertido en capitalistas.
Ya no hay Imperio ni revolucionarios: Ahora somos todos democráticos, sensibles y humanos. Igual que Obama.
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