- Miles de manifestantes en Atenas y Salónica denuncian la violencia del Estado
- Asistencia masiva a las exequias entre gritos de 'maderos, cerdos, asesinos'
- Grupos de manifestantes hostigan a la policía en Ioanina, Corfú y Patras
- El primer ministro dice que se hará justicia y denuncia los altercados
ATENAS.- Miles de personas, entre profesores, alumnos de secundaria y universitarios, se manifestaron en Atenas y Salónica, las dos ciudades más importantes de Grecia, en el tercer día de protestas por la muerte del joven Alexandros Grigoropulos, de 15 años, tiroteado por un agente de las fuerzas especiales de la policía el pasado sábado.
Grigoropoulos fue enterrado en la tarde del martes en el cementerio de Paleo Faliro, en las inmediaciones de Atenas, ante la presencia de 2.000 personas que gritaron consignas contra la policía y el Gobierno.
"Maderos, cerdos, asesinos", gritaron los jóvenes en el momento en el que el féretro blanco con el cuerpo del fallecido era introducido en una tumba.
"Alexis, estás vivo", gritaban algunos asistentes a las exequias, mientras otros aplaudían.
Las televisiones griegas retransmitieron en directo el funeral, a pesar de las peticiones expresadas por la familia Grigoropoulos para que se respetara su intimidad.
Las pompas fúnebres se han celebrado en una jornada marcada por las manifestaciones con las que la población expresa su indignación ante la actuación policial. En Atenas, los profesores del sindicato de la enseñanza secundaria (OLME) desplegaron en la cabecera de la comitiva una gran pancarta que afirma "El asesino, el culpable, es el Gobierno".
Los manifestantes, reunidos en la plaza Sintagma, en el centro de la capital, recorrieron las grandes arterias de la capital antes de llegar al Parlamento donde hubo nuevos enfrentamientos contra la Policía. Unos 300 jóvenes que se habían separado de la manifestación lanzaron pintura roja y piedras contra la policía que custodia el edificio del Legislativo, que dispersó a los congregados con lases lacrimógenos y a golpes de porra.
En las ciudades de Ioanina y en la isla de Corfú grupos de radicales también protagonizaron incidentes contra comisarías. Unas 500 personas, según la policía, atacaron con piedrAs y cócteles Molotov la sede de la policía de la ciudad portuaria de Patras, en la parte occidental de Grecia.
En Salónica, la segunda ciudad de Grecia, alrededor de 2.000 alumnos de secundaria, universitarios y militantes de izquierda también se manifestaron a primera hora de la tarde por la muerte del adolescente.
El primer ministro griego, Kostas Karamanlis, pidió la condena unánime y el aislamiento para los causantes de los disturbios violentos en Grecia, al tiempo que prometió justicia por la muerte del joven a manos de la policía.
"Nadie tiene derecho a utilizar este suceso trágico como una excusa para las acciones de violencia contra ciudadanos inocentes, sus bienes, contra la policía y la democracia", dijo Karamanlis a la prensa tras reunirse en Atenas con el presidente griego, Carlos Papulias, para tratar sobre la tensa situación en el país.
El jefe del Gobierno declaró que la situación requiere que "todo el mundo político condene en forma unánime y rotunda a los responsables de las catástrofes, y debe aislarlos".-