Overblog
Editer l'article Suivre ce blog Administration + Créer mon blog
23 janvier 2008 3 23 /01 /janvier /2008 17:44

23 de Enero de 1958: anarquía revolucionaria y estado de derecho

 

La misma dinámica de la Revolución Bolivariana corrobora la tensión entre la anarquía revolucionaria y el estado de derecho.

 

La anarquía revolucionaria está en la raíz de la constitución de Venezuela como nación, tras la ruptura del consenso entre las élites criollas y las autoridades peninsulares, debido a la invasión napoleónica a España.

 

No pasó lo mismo en la Nueva Granada porque la cantidad de blancos era mayor allí, y existía un roce cotidiano entre las clases y entre las castas que impedía que brotara la “guerra de colores” como brotó en Venezuela.

 

La dinámica de la guerra de clases se hará presente a todo lo largo del siglo XIX venezolano; se manifestará en la forma de anarquía revolucionaria, aunque sea Simón Bolívar el que buscará usar sus energías para liquidar el dominio español en América y, a la vez, para hacerle ver a las masas que la causa de la Independencia era mucho más importante que la causa de la Igualdad, que sin aquélla ésta sucumbiría.

 

Pero la obtención de la Independencia no derivó en la Igualdad. Y, los esfuerzos por dotar al país de un estado de derecho civilizado siempre se toparon con las exigencias reivindicativas de la anarquía revolucionaria. Acción Democrática, desde 1945, la encauzó, a través de las organizaciones sindicales, y también el PCV puso su hombro a favor de esa orientación.

 

Pero el 23 de Enero de 1958 resultó ser la estampida nuevamente de la anarquía revolucionaria. Aplacada por todos los medios –desde la demagogia hasta la represión- continuará en la guerrilla izquierdista hasta que la derrota de esta última sea evidente.

 

La pacificación cuartarrepublicana se impuso sobre la base de la represión, de la compra de conciencias, etc., y el país parecía haberse “civilizado” hasta que el 27 de Febrero de 1989 volvió a la escena, con su inusitada furia, la anarquía revolucionaria. Las élites del momento sólo tuvieron la ocurrencia de reprimirla a sangre y fuego, y el consenso que se había establecido entre el “pueblo de todos los colores” con los herederos del mantuanismo al frente, se quebró.

 

Desde 1945 la clase militar apareció en la escena venezolana: ya no eran las montoneras ni las guerrillas del siglo XIX, sino un ejército formado y entrenado, y diestro en las artes bélicas de la contienda contemporánea. Esa misma clase supo dotarse de caudillos de su familia y, amparados en los vaivenes de la anarquía revolucionaria, desplazar a los elementos civiles de las élites de la sociedad.

 

Marcos Pérez Jiménez llega a la historia de la mano de Rómulo Betancourt. O Rómulo Betancourt llega de la mano de Marcos Pérez Jiménez. Durante medio siglo este enigma cruzará al país de norte a sur y de este a oeste. Los demás son actores de reparto, incluido Carlos Andrés Pérez cuyas habilidades de inquisidor jamás pudieron ser borradas por sus habilidades de demócrata. Empero, la historia le consagrará un lugar como primera víctima del estado de derecho incipiente del cual los venezolanos venían dotándose desde principios del siglo pasado.

 

Pero su lugar de víctima es un recurso que la élite neomantuana procesa no por los muertos del 27 de Febrero de 1989 sino por los alzamientos militares del 4 de Febrero y del 27 de Noviembre de 1992. Es curioso, pero 1992 marca el resultado de la incubación en los cuarteles de la anarquía revolucionaria la que se creía proscrita desde 1962 tras los alzamientos de Carúpano y Puerto Cabello.

 

Para domesticar a la anarquía era menester un nuevo caudillo y un nuevo pacto jurídico: Chávez y la constitución de 1999 viene a pacificar el país, a impedir que la anarquía revolucionaria y los civilistas ajusten sus diferencias de clase social en una nueva guerra civil. Chávez ha tenido el tino de orillar esta vez por 10 años una guerra civil de clases sociales que lejos está de apaciguada.

 

Si los neomantuanos del siglo XXI –y ya lo pudimos ver el 11 de abril de 2002- estiman que suprimiendo a Chávez, caudillo, de la escena pública, podrán ellos reorganizar el país siguiendo sus intereses de clase cipaya de los centros imperiales estadounidenses o norteamericanos, están demasiado equivocados.

 

La Revolución Bolivariana misma no ha podido aplacar del todo a la anarquía revolucionaria –se podría decir incluso que la ha extendido a los Llanos, de donde procedió en el siglo XIX, y, en general, al campo venezolano, a los barrios de los excluidos y de los marginales, tratando de darle formas políticas de participación, mayores o menores- pero puede alcanzar su quiebre si las nuevas élites bolivarianas negocian el proceso con los neomantuanos. Como sucedió, guardando las distancias, el 23 de Enero de 1958: los líderes populares –no todos- negociaron el consenso con la burguesía caraqueña.

 

Y este esquema se mueve en un océano de petróleo, sobre minas de oro, y una riqueza carbonífera que sólo la resistencia de los pueblos originarios ha impedido explotar. Pero estamos frente al mismo drama de la Venezuela de 1816: si esa fuerza popular de la anarquía revolucionaria puede guardarse en un partido revolucionario –de masas y de cuadros- puede usarse para echar de América a los yanquis como se usó para echar a los españoles de Tierra Firme. Con el agravante de que hoy, esa anarquía revolucionaria, pareciera tener aliados en el único organismo que hace viable el estado de derecho: las Fuerzas Armadas Bolivarianas.

 

No es casualidad que almirantes y gerentes del imperio anglosajón coincidan en que Chávez es demasiado peligroso en la historia de América. Tanto como lo fue, guardando las distancias, el visionario Simón Bolívar en su tiempo.-

 

 undefined

 

Partager cet article
Repost0

commentaires

Miguel Bakunin

 

 

Carl Sagan

Así, a medida que la ciencia avanza, Dios parece tener cada vez menos que hacer. Es un gran universo, desde luego, por lo que Él, Ella o Ello, podría estar ocupado provechosamente en muchos sitios. Pero lo que evidentemente ha ocurrido es que ante nuestros propios ojos ha ido apareciendo un Dios de los vacíos; es decir, lo que no somos capaces de explicar, se lo atribuimos a Dios. Después, pasado un tiempo, lo explicamos, y entonces deja de pertenecer al reino de Dios. Los teólogos lo dejan de lado y pasa a la lista de competencias de la ciencia.

 

Carl Sagan: “La diversidad de la ciencia” [2007]



 

Stepehen Hawking

"La estirpe humana no es más que un sustrato químico en un planeta pequeño, orbitando alrededor de una estrella mediana, en los suburbios de una galaxia del centenar de miles de millones que existen"

 

Carlos Marx

“Durante el curso de su desarrollo, las fuerzas productivas de la sociedad entran en contradicción con las relaciones de producción existentes, o, lo cual no es más que su expresión jurídica, con las relaciones de propiedad en cuyo interior se habían movido hasta entonces. De formas de desarrollo de las fuerzas productivas que eran, estas relaciones se convierten en trabas de esas fuerzas. Entonces se abre una era de revolución social” (1859)

 

 

Albert Einstein

Si una idea no parece absurda

de entrada,

pocas esperanzas

hay para ella.-

 

Groucho Marx

"El secreto de

la vida es

la honestidad y

el juego

limpio, si puedes

simular eso,

lo has conseguido."  

  

MARX, Groucho (1890-1977) 
Actor estadounidense