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Desde dónde puede venir la crisis de la economía mundial | |||||
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Oleg Mitiáyev, RIA Novosti. Las conclusiones centrales del informe "Riesgos Globales-2008" elaborado por expertos del Foro Económico Mundial (WEF, en sus siglas en inglés), indican que economía mundial puede estancarse debido a una crisis del sistema financiero global, y no tanto a consecuencia del alza permanente de los precios de los hidrocarburos.
El informe, cuyos temas serán debatidos en la cumbre del WEF en Davos (Suiza) del 23 al 27 de enero, en términos generales afirma que 2008 puede ser un año crucial porque el mundo se enfrentará a los niveles de riesgo más altos de los últimos diez años.
La característica principal del sistema financiero mundial radica en que funciona de forma eficaz cuando la economía está en ascenso, es vulnerable a los fenómenos de turbulencia, y cada vez, su inestabilidad tiene impactos más serios en la economía real, subraya el documento difundido recientemente.
Otro rasgo importante que destacó el informe es que cada vez es más difícil preveer las situaciones de riesgo en capacidad de desatar turbulencias financieras.
Antes de que comenzara 2007, se pronosticó que el peligro más serio para el sistema financiero mundial era el enorme déficit comercial de Estados Unidos. Sin embargo, la crisis se desató en el mercado de hipotecario estadounidense.
A consecuencia de ello, los bancos cada vez son más reacios y cautelosos al asignar créditos para la adquisición de cualquier tipo de activos, y esto pude conducir a una caída del consumo y a la recesión.
De acuerdo al WEF, un colapso de precios de los activos puede ser el detonante de una crisis financiera global en 2008. Los expertos asignaron a este escenario una probabilidad del 20 %, que supone el valor máximo conferido a todos los riesgos expuestos en el informe.
En consecuencia, las pérdidas a la economía mundial serían colosales, más de un billón de dólares. Si se desarrolla ese escenario, la recesión (estancamiento de la economía) de Estados Unidos, se extendería a Europa y después a otros países como China, cuyo Producto Interior Bruto (PIB) se reducirá hasta el 6 %, en comparación con 11,3% en 2007.
En lo que se refiere Rusia, cuyo activo principal es el petróleo, el informe estipula que un probable estancamiento de la economía estadounidense puede influir negativamente en la economía rusa a consecuencia de la reducción generalizada de la demanda y los precios de las materias primas.
Aquí cabe desatacar la denominada "concepción 2009", sustentada por algunos economistas y expertos rusos.
Según esa concepción, la recesión en EEUU conducirá a una baja substancial de los precios del petróleo, y el superávit de comercio exterior ruso rápidamente podría pasar a saldo rojo.
Acostumbrada a la importación barata y ante la imposibilidad de renunciar a ella de forma inmediata, Rusia comenzaría a despilfarrar sus reservas de divisas.
No obstante, son pocos los que creen que ese escenario pueda ocurrir porque hay muchos factores que indican que el precio del crudo (que por primera vez a comienzos de enero de 2008 superó los 100 dólares por galón) continuará en niveles que se encuentra actualmente, por los menos durante los próximos diez años.
Cada año, la demanda del oro negro crece con estabilidad, y a pesar de las enormes inversiones para la obtención de fuentes energéticas alternativas, la economía de los países especialmente los industriales, sigue dependiendo en alto grado de los hidrocarburos tradicionales.
Incluso en el caso de que la economía de EEUU se desacelere, un aumento del PIB de China en apenas un 6 % es suficiente para sostener la actual demanda de petróleo. No se puede descartar que entre las expectativas dominen los factores pesimistas, ya que la supuesta recesión en EEUU de que tanto se habla hace más de un año todavía no comienza.
Por otra parte, los países y compañías productores de petróleo desarrollan con mucha cautela y pragmatismo las inversiones para desarrollar nuevos yacimientos de hidrocarburos, y no manifiestan ninguna intención de "saturar" el mercado con petróleo barato.
Probablemente por esta razón, el Banco internacional Goldman Sachs, que hace dos años pronosticó que el barril de crudo llegaría a costar 100 dólares, ahora estima que el precio promedio del crudo en 2008 se mantendrá en 95 dólares por barril.
Otro aspecto relevante, el informe "Riesgos Globales -2008" destacó que la economía mundial ya comenzó a adaptarse al crudo caro, y la dinámica actual de los precios de los hidrocarburos fue excluida de la lista de los factores que pueden socavar la estabilidad de la economía mundial.
En consecuencia, durante mucho tiempo Rusia podrá disfrutar de los elevados precios de los hidrocarburos sin preocuparse de que esto conllevará a la desaceleración de la economía mundial y a la caída de los precios de los combustibles.
Según los expertos, el factor de riesgo serán las fluctuaciones bruscas de los precios del crudo por interferencias de los suministros, a consecuencia de situaciones de inestabilidad política en ciertas regiones.
El informe del WEF asignó a ese riesgo una probabilidad entre el 10 y el 15 %, y las pérdidas en al menos 1 billón de dólares.
Cabe destacar que en el informe del WEF-2008 ese factor de riesgo quedó con la misma valoración de probabilidad que tuvo en el informe del año anterior.
Una apreciación que causó asombro entre algunos expertos, pues a finales de año, se supo que Irán desde hacia muchos años había suspendido sus investigaciones para la obtención de armas nucleares, y en consecuencia ese factor de riesgo que afectó los precios del crudo en 2007, en el presente año deberá ser mucho más inferior.
En conclusión, subrayamos que el informe del WEF no es una profecía de catástrofes ineludibles, sino más bien una valoración sobre las posibilidades de situaciones que pueden ocurrir y las dimensiones de las consecuencias que pueden acarrear. Es decir, un manual práctico de instrucciones más que todo para los gobiernos.
Los autores del informe insistentemente aconsejan a esos gobiernos seguir el ejemplo de las grandes corporaciones multinacionales y crear órganos y nombrar especialistas responsables en la gestión de estos riesgos a nivel estatal.
Una propuesta valiosa muy difícil de refutar porque son numerosos los ejemplos cuando los gobiernos de muchos países del mundo demuestran su absoluta inaptitud para afrontar situaciones de riesgo.
Como el gobierno ruso, que aunque aprendió con acierto a acumular recursos en la forma de reservas de divisas y un fondo de estabilización, no sabe como afrontar desbarajustes económicos concretos.
Como es el caso del encarecimiento de los productos alimenticios que no se detiene desde el otoño boreal de 2007, un asunto muy molesto e inesperado para el Kremlin y el Consejo de Ministros y en mayor medida, para el resto de la población.
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