Introducción.
En Abril de 2012, escribí un texto [1]que fue publicado en diferentes páginas web, y el mismo promovió un debate. Voy a intentar contestar algunas cuestiones. El tiempo pasado puede dificultar la tarea, aunque hoy día, con las nuevas tecnologías no debería ser un problema. Es más, en dicho texto del mes de Abril, se hacían planteamientos que, casi un año más tarde, estamos en la misma situación. Durante este tiempo, ha habido otros textos de otros autores, con argumentos interesantes en la misma dirección, por lo que creo sería el momento de intentar algo más serio en lo concreto.
Este nuevo texto será también largo. Creo que es necesario explicar, argumentar (dentro de mis limitaciones), ya que la realidad del anarquismo está muy lejos de la que debería ser. A esto habrá que añadir mis deficiencias como escritor.
Podía haber optado por contestar a cada cual que va escribiendo. No lo he hecho. He ido recogiendo respuestas e intento responder con nuevas aclaraciones y aportando nuevas argumentaciones. Estamos en la era de la inmediatez, de la respuesta corta y rápida, de la lectura superficial,....., son los nuevos tiempos, los tiempos de ahora. Me opongo a ello, por lo que, continuaré haciendo escritos mientras tenga aclaraciones a hacer y nuevos argumentos. En cuanto se me acaben lo dejaré.
Este texto tendrá cinco partes:
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respuesta a lo que es más personal y apareció en el debate, no tiene mayor importancia, es simplemente clarificar algunas cuestiones y situar al autor;
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aclaraciones y argumentos que deben zanjar algunos debates que no se basan en la realidad, elecciones sindicales y acción directa;
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a vueltas con la historia;
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diferentes debates:
- La unidad de los anarquistas,
- el apoliticismo, será fácil y rápido,
- lo local y lo global, existen diversos proyectos,
- las consignas y los símbolos
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la organización anarquista.
TEMA, I.- LO PERSONAL.
Tengo dudas si debería responder a algunas cuestiones, ya que no se si tienen interés, porque algunas rozan o tocan lo personal. Con las dudas presentes, lo voy a hacer.
Cuando redacté el primer texto, en ningún momento pretendía sentar “cátedra”. Digo lo que pienso y lo digo con nombre y apellidos. El anonimato y el ocultismo lo dejo para otro tipo de actividades. Hacerlo en este caso me parece absurdo. Se trata de construir una organización anarquista pública.
Me considero anarquista y quiero una organización anarquista como instrumento para la solución de los problemas del mundo, las injusticias, la falta de libertad, acabar con el criminal capitalismo,..... , de esto trata ese primer texto, haciendo un análisis y valoración amplia de donde estamos, de nuestra propia intervención, de la sociedad actual, de nuestras contradicciones, de las dificultades, planteo unas bases mínimas de esa hipotética organización, como punto de partida.
Lo hago desde quien ha tenido responsabilidades diversas (prácticamente desde que inicié la militancia, en la Fed. Local de San Sebastián de la CNT, más o menos en 1976-1977), algunas conocidas y otras no tanto, o desconocidas para la mayoría. Quede por sentado, que reconozco que me he equivocado más de una vez en mi quehacer cotidiano, como cualquier ser humano. Sería una estupidez por mi parte no reconocerlo. De la misma forma, habrá desaciertos, errores, dudas en ese primer escrito, al igual que en este segundo.
De arrepentimientos. Alguien hablaba de arrepentimiento. Asumo los aciertos y los errores que he tenido, sin arrepentimientos o cuestiones similares, y no por valentía u hombría o soberbia,..…., sino porque es lo que en su momento decidí hacer, porque es parte de mi vida. Todos tomamos decisiones, las que sean; es la vida y, dependiendo de donde estés y tus responsabilidades, unas decisiones tienen más repercusión que otras, y pueden ser acertadas o erróneas, o positivas o negativas para el movimiento o para las personas. En la mayoría de los casos el tiempo lo determinará si se analiza objetivamente.
En estos casos pienso que la actitud debe ser esforzarse por asumir los aciertos y errores de forma autocrítica, en la medida que se sea capaz de detectarlos o te ayuden a ello los compañeros, amigos,....y reflexionar sobre los mismos para intentar ser mejor, más humano, más solidario,....... aptitud que solo se puede tener si se es capaz de reconocer que se han cometido errores, algo difícil entre los humanos, así como dentro del movimiento, y procuro aplicar estos criterios en mi quehacer, dejando los egos de lado. Esta aptitud no me parece nada extraordinario creo que debería ser lo habitual en todos y todas, especialmente dentro del movimiento libertario y más entre anarquistas.
Cuando digo en el primer texto, al final, “no debo ser quien inicie, lance, el proceso de construcción de esta organización anarquista que creo necesaria e imprescindible”, es evidente que tengo en cuenta, sin que sea el motivo principal, que algunos van a plantearse y se habrán planteado la pregunta de: ¿quien hace la propuesta? Y, la respuesta va ser: el Olaizola. Dependiendo de quien, le va a añadir todo tipo de lindezas, toda una serie de calificativos de todo tipo: malos, peores, medianos, buenos,....es evidente que he intervenido en el movimiento libertario y he jugado un rol determinado y, en algunos momentos, hubo que tomar decisiones difíciles.
Estamos habituados a calificar al otro con demasiada facilidad. Desgraciadamente es humano, aunque no sea edificante, y algunas de las veces corresponde a la falta de argumentos de quienes los utilizan; son las miserias personales de algunos y las creencias ciegas de otros, por lo que han oído, por lo que les han contado y, en otros casos, serán totalmente acertadas.
Es triste que esto pase, y más triste que sea una actitud habitual dentro del movimiento. Esa "alegría" para valorar de esta forma a cualquiera que ni se le conoce, debería ser otro tema de reflexión. Espero y deseo que esta preocupación de quien soy, sea menos importante y numerosa que la de debatir el texto, sino es que estamos peor de lo que me imagino.
Repito, este no es el motivo principal del porque no debo ser iniciador e impulsor del proyecto, aunque lo tengo en cuenta. Tiene que ver con otros temas, con la vivencia personal, con la militancia. Siempre asumí las responsabilidades (durante muchos años, muchos) con total o casi total dedicación, por lo que se perfectamente que ha supuesto en mi una militancia de este tipo, y se asimismo, lo que supone como “sustitución”, en muchas ocasiones, de la participación de los demás, y esto es lo que no quiero repetir por considerarlo contrario a lo que debe ser la construcción y desarrollo de una organización anarquista. Lo veo con claridad cuando miró hacia atrás. Si queremos construir un mundo nuevo, más justo, más solidario, es preciso que en esa construcción haya el mayor equilibrio posible, en todos los aspectos, así como en la dedicación e intervención de todos sus componentes.
Hay otro factor, soy mayor (mi primera militancia fue antifranquista), lo cual no quiere decir que no vaya a estar en esa posible construcción y trate de impulsarla, o que no esté en la lucha, lo que es diferente a ser promotor. Me parece imprescindible gente joven (como respuesta a una compañera que ha intervenido en el debate, los de treinta años, son jóvenes); jóvenes que no han vivido lo mismo que nosotros, jóvenes que están en un mundo diferente debido a que estamos en la era de la comunicación y el desarrollo de las nuevas tecnologías, las cuales son condicionantes de la relación social, así como del comportamiento individual. Jóvenes que conocen un capitalismo diferente, con un nivel de dominación casi absoluto, un capitalismo financiero y criminal, jóvenes que solo han conocido la sociedad consumista, donde la cultura se dicta por modas, la política es marketing que lo invade todo, donde el culto al cuerpo es una nueva religión, la diversión más banal es lo habitual,……….., el pensamiento profundo desaparece y se sustituye por las nuevas modas de la frase corta, rápida, ingeniosa......
Estos son los motivos principales y ningún otro.
TEMA II.- Dejar zanjados algunos debates. Elecciones sindicales y acción directa.
CGT, CNT o CNT, CGT. No es lo central del primer escrito, aunque sea necesario hablar por clarificar algunas cuestiones.
En todo mi escrito anterior, en ningún momento he entrado en hacer un análisis exhaustivo sobre la CGT y la CNT. He señalado algunas características de las mismas que responden a la realidad, al menos tal y como la veo e interpreto. Tampoco lo voy a hacer en este texto. Pero no podemos obviar a la CGT, ni a la CNT, ya que son lo más importante del movimiento libertario ibérico (no solo ibérico, sino mundial, al menos en el caso de la CGT), lo más numeroso, lo que mayor incidencia tiene, lo queramos o no, pero, insisto, no es lo central en mi propuesta.
Es curioso, la cosa va por “barrios”, me han dicho de todo, que “blandito” has sido con la CGT,...... tenías que haber metido más caña,....., otros dicen se te nota el cariño y la subjetividad hacia la CGT porque es tu organización,...., otros me dicen has dado por enterrada a la CGT, y otras cuestiones similares claramente contradictorias; también hay bastantes que valoran el escrito en su conjunto positivamente, incluso algunos muy bien.
La intención no era, ni es, la de hacer un “juicio” a la CGT o CNT, era y es la de proponer la necesidad de organizarse los anarquistas, y por tanto, para ello, partir desde un análisis de donde estamos, que somos, que representamos, que peso tenemos en la sociedad, en el pueblo, que seguimiento tienen nuestros planteamientos,……., por ello, es inevitable hablar de la CNT y la CGT al ser la parte más importante del movimiento, con la finalidad de aportar argumentos, explicar hechos que nos ayuden a situarnos en qué momento estamos los libertarios ibéricos (sean anarcosindicalistas, anarquistas o libertarios en general) y sus organizaciones más representativas.
Tampoco se trataba ni se trata de poner a nadie a “caldo”, lo cual evitaré hacerlo públicamente en las redes sociales. Siempre he sido crítico. Seguro más unas veces que otras, en algunos casos no lo suficiente, con la organización a la que pertenezco (ya era crítico cuando tenía responsabilidades, solo basta con mirar los informes que redactaba en aquella época). Esta crítica la intentaré expresar desde dentro o en aquellos lugares o encuentros donde sea posible hacer dicha crítica. Procuro mantener esta actitud, lo primero debe ser la autocrítica de uno mismo y de la organización a la que pertenezco, y después ya tendré tiempo de criticar a los demás. No tengo porque ocultar que pertenezco a la CGT. Hoy día en la base, muy en la base, y sigo siendo crítico con ella, muy crítico.
Cuando hablo de la CNT y la CGT, no se me ocurre plantear en ningún momento que todos sus miembros son anarquistas, ni de que estas organizaciones tengan el monopolio del anarquismo (al margen de lo que crean ellas mismas), ni quien es más anarquista (la competencia no me interesa). Hablé en el primer escrito de cantidad, calidad, de representatividad, de capacidad para intervenir,….., pero nunca he dicho ni diré que todos sus miembros son anarquistas o más revolucionarios o menos, ni si son los únicos que pueden hablar en nombre del anarquismo,….
También soy miembro de la Federación Anarquista Uruguaya (FAU) y podría decir de la Federación Anarquista Gaucha de Brasil (FAG), organizaciones hermanas, con quienes trabajo desde hace muchos años, así como con otras organizaciones anarquistas de Latinoamérica.
Por tanto, lo aclaró de nuevo, no escribo desde la CGT, ni arreglo cuentas con nadie, ni historias parecidas. Escribo, lo firmo, y soy el único responsable de todo lo que digo.
Una vez dicho esto. Si la CGT tiene entre cincuenta mil y sesenta mil afiliados, si tiene mayoría en diversos comités de empresa, si tiene una representatividad del 12% en las empresas ferroviarias, el 10% en correos, a falta de unas décimas para tener el 10% en banca, si tiene una importante representatividad en el sector del automóvil, en sectores de la función pública,........, no lo voy a negar, y por consecuencia, por número de afiliados y representatividad, llega a más empresas y a más lugares, ya que para alcanzar esos niveles de representatividad significa que, detrás de ese logro, hay un trabajo importante que se hace en nombre del anarcosindicalismo (el cual, a veces, se “descafeína” para llegar a más trabajadores). Esto son datos, son hechos que ahí están, que no podemos obviar, ya que si lo hiciésemos no podríamos valorar la situación con un mínimo de objetividad. Otra cosa bien diferente será si ese trabajo nos parece el adecuado, si nos parece con suficientes dosis de anarcosindicalismo o no, pero eso sería otro debate.
Por lo cual, tanto a la CGT como a la CNT, sus actos, su práctica, en el tiempo, les pone y les pondrá en su lugar. Además, decía que la posible creación de una organización anarquista no dependía ni de la CGT, ni de la CNT actuales. Decía, por posibilidades, medios,...., la CGT debía haber asumido la tarea de ser el motor de un movimiento (no organización) libertario ibérico (incluso en el espacio internacional) fuerte y potente. Movimiento donde todo el anarquismo ibérico de diferentes tipos pudiese participar e intervenir, pero, actualmente, debido a su evolución y práctica, ni quieren, ni pueden. No solo esto, la CGT debía haber sido el sindicato donde se aglutinase, se organizase todo el sindicalismo alternativo y combativo a la izquierda de los grandes sindicatos y, es evidente que en esta tarea se ha fracasado.
Por tanto, en la propuesta que hago en el primer texto, seguro que hay cosas insalvables o casi insalvables, pero no lo de la CGT, ni la CNT, ya que considero que no es a partir de ellas de donde debemos comenzar para crear la organización anarquista (diferenciar organización anarquista de movimiento libertario); dejémoslas en su anarcosindicalismo, cada cual con el suyo, ya veremos su evolución, ojala que cada vez sea a mejor y a estar más presentes y ser determinantes en la política, en la sociedad, en el mundo del trabajo, aunque tengo serias dudas.
Históricamente, lo decía en el primer escrito, la CNT desde su constitución hasta el final de la guerra era lo fundamental en el anarquismo español, no eran la FAI, ni las JJLL, ni las mujeres Libres,.....era la CNT la que daba entidad al resto, y no por ello dejaba de ser un sindicato anarcosindicalista, repito un sindicato. Lo importante no es como denominemos la organización, sino su contenido, sin olvidar el engarce histórico, nosotros entre otros factores somos fruto de nuestra historia. Cuando digo que en este momento ni la CGT ni la CNT van a jugar ese papel, ni son capaces de hacerlo, no lo digo porque sean sindicatos, sino por sus actitudes, comportamientos, estrategias que cada una de ellas llevan a cabo en su quehacer cotidiano, por su dogmatismo, sectarismo, patrimonialismo, exceso de posibilismo en un caso y marginación en el otro, etc,…etc,..…….. Y digo esto desde el respeto, lo que no me impide que pueda ser crítico.
Sin duda deberán estar ambas dentro de ese posible movimiento libertario, dinámico, coordinado y organizado que queremos, pero en mi propuesta eso sería una segunda etapa. Lo prioritario, ahora, es la creación de la organización anarquista necesaria, la cual debe ser el motor de ese movimiento libertario del que estoy hablando. Sin dejar de luchar, sin dejar de intentar acercamientos y unidades de acción,...... Por tanto, este es el debate y el primer paso; después vendrá lo del movimiento libertario y otras alianzas coyunturales más amplias, tan necesarias para hacer frente al enorme poder del capital.
Hablar tanto de la CNT y la CGT, no sé si es lo más adecuado, pero lo voy a seguir haciendo para, si es posible (aunque lo dudo), dejar claros algunos temas que se han convertido en dogmas de fe, y aparecen sistemáticamente cada vez que se habla de ambas organizaciones, y en la utilización de argumentos de unos y otros para desprestigiar a una u otra.
Entiendo que hablar de historias internas no pueda motivar excesivamente a los jóvenes, y menos jóvenes, que no han vivido nada de esto, pero sin embargo cuando llegan a ambas organizaciones y les hablan de la “contraria”, les sueltan determinadas “verdades”, que no son tales, son clichés, son dogmas, son las verdades de cada uno para reafirmarse y condenar a la otra, y pasan a ser “argumentos” que utilizan estos “jóvenes y menos jóvenes” para “combatir” al otro. Asimismo, es conveniente conocer la historia, no solo la oficial, también la que no se cuenta, ya que ello nos debe servir para reflexionar y valorar con mayor objetividad las argumentaciones de unos y otros, y no para liquidar cuentas pendientes o formar banderías.
También, para tener conocimiento de lo pasado, ya que puede volver a pasar si se dan las mismas circunstancias y las actitudes y comportamientos negativos no se modifican (cómo veremos al final del texto). De la misma forma que debemos conocer la historia del pasado siglo XX para reflexionar sobre ella, y tenerlo en cuenta en lo que está sucediendo ahora.
Alguien decía: “acceder a la representación sindical es renunciar a la acción directa y, esta lógica lleva a la participación política,.........”
Es una afirmación excesivamente simple que no se corresponde con la realidad. En el V Congreso, en el de la ruptura, 1.979, como ya expliqué, la ruptura se dio porque había sindicatos que planteaban la participación en las elecciones sindicales para no caer en la marginación. Podemos debatir si esta argumentación tenía sentido o no. La realidad demuestra que si. No haber participado hubiese sido marginarse, porque los trabajadores de esta región del mundo admitieron en su momento, y siguen en la misma disposición, el actual modelo de representación sindical. Si hubiese sido al contrario, hoy día, la CNT sería una gran organización sindical, sin representación oficial, pero reconocida por la patronal por la fuerza de los hechos, y no es así.
La CGT, ya lo explicaba en el primer escrito, no ha conseguido un nivel de representación importante a nivel global, más bien muy bajo, pero no se pueden negar otras realidades parciales que si tiene y acabo de señalar más arriba. Solo como apunte, en aquel Congreso también había otras diferencias, pero la escisión se produce por participar o no en las elecciones sindicales, el resto de diferencias no hubiesen supuesto una escisión.
Desde aquella decisión, han pasado más de 30 años y la CGT (Primero CNT Congreso Valencia, después de la reunificación CNT, hasta el cambio de siglas obligados por la justicia CGT finalmente) no se ha presentado a ninguna de las elecciones políticas. Incluso, en las pasadas elecciones acordó en reunión de Comité Confederal, llevar a cabo una campaña de abstención, como así fue. Por tanto, esa aseveración de que “acceder a la representación sindical nos lleva a la participación política”, después de 32 años, no se tiene de pie. Hay que buscar otros argumentos.
Antes de que alguien me lo recuerde, soy consciente, conozco algunos militantes de la CGT que se presentan a las elecciones políticas y algunos militantes que apoyan públicamente alguna candidatura,..... De la misma forma, la CGT tiene en sus Estatutos una serie de incompatibilidades relacionadas con este tema. Pero la CGT nunca se ha presentado en 32 años a las elecciones políticas, y de cuando en cuando hace campañas por la abstención acordadas en sus órganos coordinadores superiores.
Otra cuestión y otro tipo de argumento, de mucho más peso, sería debatir ¿en qué se ha convertido aquel acuerdo que tomamos con todas las reservas del mundo, afirmando que no era la mejor forma de representación de los trabajadores, y al cual había que someterlo a un permanente y minucioso control, había que vaciar de contenido los comités de empresa,....? Podríamos hablar de los riesgos de la participación en las elecciones sindicales como medio de integración,……Esto sería un debate interesante, no lo otro.
¿También, podríamos debatir el sentido de las campañas de abstención? Igualmente, sería interesante. Podríamos analizar cómo en estos últimos años, en momentos puntuales, tanto en Francia como en Italia, que yo conozca, los debates que ha habido en el movimiento anarquista para participar en las elecciones políticas de manera excepcional, como forma de impedir de que llegaran al poder personajes como Le Pen o Berlusconi, o sea la abstención o la participación como táctica y no como estrategia. Creo que en este aspecto las aportaciones de Berneri son interesantes.
¿También podríamos debatir porque si la CNT tenía razón después de 32 años es un sindicato testimonial? Esto también sería otro debate interesante.
Quien escribe, y ya tengo años, nunca he votado, ni en lo de la OTAN (indudablemente he votado en mi organización, en donde he trabajado,...) ¿Esto me da un plus en mi calidad revolucionaria o de anarquista? es más que discutible, no tiene porqué, y esto podría ser un debate más. Pero insisto, esto no es lo imprescindible, para la tarea de construir una organización anarquista. Proponía y propongo una organización anarquista al margen del parlamentarismo, respetando que otros lo puedan hacer, sin demonizarlos, sin que sea un debate que oculte otros problemas reales que debemos abordar.
Por lo que exigirle a los cegetistas la renuncia a participar en el sistema, la respuesta está en esa campaña por la abstención que he señalado y en los 32 años desde la ruptura sin presentarse a ninguna elección política, y siempre haciendo una crítica a las mismas cuando no campañas por la abstención. Al margen de que haya cegetistas que piensen lo contrario o voten. Seguro que también los hay en otras organizaciones libertarias y anarquistas por no decir en todas. La CGT, como organización, nunca se ha presentado a las elecciones políticas, no lo ha planteado, ni ha sido motivo de debate.
Si entramos en la dinámica de las exigencias, del tú más, de quien controla el proceso de creación de la nueva organización, si nos miramos con desconfianza o cuestiones similares, no merece la pena ni intentarlo. Decía José Luis Carretero en uno de sus últimos artículos “Necesitamos encontrarnos”, con lo que estoy completamente de acuerdo, y además es necesario e imprescindible. Encontrarnos para construir, encontrarnos para escucharnos en el mayor de los respetos.
Todos los acuerdos congresuales de la CGT, todos, son contra el sistema y por su cambio. El problema no está ahí. El problema está en las actitudes, en la retórica, el dogmatismo, en la falta de consecuencia entre acuerdos adoptados y la práctica, así como en su incumplimiento, en creerse el centro del mundo, en el patrimonialismo, en creerse los únicos y verdaderos,.... y tantas otras actitudes que tienen unos y otros. Unos más de un lado y otros de otro lado. Creo que la situación del anarquismo y su incapacidad para ser determinante en su intervención política, social, laboral, nos exige ser rigurosos a la hora de analizar los problemas y nos exige responsabilidad en nuestra actuación.
Así mismo, decía el compañero “acceder a la representación es renunciar a la acción directa”. El problema de la acción directa es que, tanto los unos como los otros, no la aplican; es un concepto que se repite continuamente pero no se pone en práctica. Lo que más funciona hoy en día es la intermediación a través de los despachos de abogados, de los abogados contratados por los sindicatos, de unos y otros, que viene a ser una parte importante de su presupuesto. En el anterior escrito hablaba de este déficit y de lo retórico y demagógico al utilizar la acción directa como argumento, sin concreción en la práctica diaria, y si se lleva a la práctica es muy minoritario y marginal, sin repercusión. En este caso, el de la acción directa, como en el anterior, el de las elecciones, digo lo mismo, no deja de ser una frase, son principios sin contenido, teniendo en cuenta que en la realidad ocurren hechos que desmienten esa afirmación.
Cuando hablamos de la acción directa, como de otros conceptos teóricos, deberíamos poner ejemplos prácticos para que todos entendiésemos lo que se dice, lo visualizásemos. Su concreción práctica es lo que da entidad a dichos planteamientos, para no quedarse todo en retórica, discursos vacíos,…….
Voy hablar de la transición, momento en el que se produce una escisión que hoy día se mantiene en el anarcosindicalismo español (no fue la primera, ni la última, en la historia del anarcosindicalismo español, se han producido otras escisiones desde su constitución en 1.910, así como en el exilio, también después del V Congreso y, las divisiones o separaciones, abandonos siguen produciéndose actualmente).
Cuando surge el problema de las siglas, quienes deciden quedarse en la ortodoxia, en la pureza, los defensores de los principios, y no presentarse a las elecciones sindicales, recurren a los tribunales de justicia del Estado para continuar siendo la única CNT. Son los tribunales de justicia del Estado quienes han otorgado a la CNT las siglas, y son los tribunales de justicia del Estado quienes han obligado a quienes también nos considerábamos CNT a cambiarnos de nombre, por lo que optamos por la CGT ¿esto es acción directa?
El problema de fondo quizás era otro, y todo ese sentimiento de unos y otros hacia unas siglas históricas y su historia (por supuesto que no incluyo en esto al conjunto de los afiliados, pero si puedo tener dudas con aquellos que decidían), estaba mediatizado porque había una cantidad de dinero importante a recuperar, la devolución del Patrimonio Histórico por parte del Estado. Suma importante, repito importante, que ha recibido la CNT entregada por el Estado, y se ha resuelto en negociaciones con el Estado, no arrancada al Estado.
Al mismo tiempo, no solo se acudió a los Tribunales, se llevó a cabo toda una campaña de asaltos a locales, amenazas, palizas, y otros actos, a los cuales también hubo respuesta, al mismo nivel o mayor, al menos en algunos lugares. En concreto, nosotros en Euskadi respondimos al primer ataque con contundencia, allí se acabo la historia. ¿Es esto acción directa? ¿Un enfrentamiento entre anarquistas cuando teníamos al Estado y a la Patronal enfrente? Me podría explayar y extender en este tema, pero, insisto, no creo que toca, es suficiente con lo señalado para poner el ejemplo y que los lectores decidan.
Simplemente quiero decir que cuando hablamos de acción directa no se nos debe llenar la boca, y me pongo el primero. No hablemos de la acción directa como una consigna que se repite continuamente porque está en los libros y, por tanto repetirla, la practiquemos; no es así. Somos partidarios de la misma, es uno de nuestros principios básicos, pero la acción directa sin práctica se queda en retórica y demagogia.
En el momento de la ruptura quienes nos marchamos porque creíamos necesario presentarnos a la elecciones sindicales, éramos tachados de traidores, reformistas, politiquillos, vendidos al Estado y a la patronal, de haber pactado un acuerdo con el Estado para acabar con el anarcosindicalismo,...... Estos que éramos así, en concreto nosotros, una parte de Euskadi, que intervinimos en la ruptura con claridad e hicimos todo lo posible para que así fuera, con el nombre de CNT (Congreso de Valencia), nos dedicábamos a hacer otras cosas, además de defendernos de los ataques antes aludidos,...... hablo de la empresa Michelín en Vitoria, podría hablar de otras pero ésta era la emblemática.
Antes de la celebración del V Congreso
1.978.- Se introduce el cuarto equipo de trabajo en las factorías de Valladolid y Aranda, cambiando los tres turnos habituales, mañana, tarde y noche. En Vitoria se da una reorganización sindical, un sector de CC.OO, algunos pertenecientes a Plataformas Anticapitalistas y, también de la UGT entran en la CNT, cambiando las relaciones de fuerza hacia posiciones de lucha y acción directa, compaginándola con la participación en las elecciones sindicales.
1.979.- Se firma un convenio colectivo que recoge los planteamientos de la CNT.
A finales de este año se celebra el V Congreso, en el que hay participación de estos compañeros.
1.980.- Ya éramos CNT (Congreso de Valencia), los “vendidos”. La empresa pretende introducir en la negociación la implantación del cuarto equipo de trabajo. La CNT (Congreso de Valencia) centra la lucha en la reducción de jornada a 42 horas terminando el trabajo el sábado al mediodía. Se declaran las huelgas semanales rotativas, una semana cada mes. En el conflicto aparece la violencia: agresiones a jefes de equipo y esquiroles. Se prohíben las manifestaciones. Hay cierres patronales. Los trabajadores se encierran en el consulado francés de San Sebastián. Sanción al Comité de Empresa por el Gobierno Civil, por incitación al desorden público. Carga de la policía y los esquiroles que provocan heridos entre los trabajadores. Atentado contra Jesús Casanova (jefe de relaciones laborales) que resulta herido de gravedad (reivindicado por los comandos autónomos anticapitalistas), y se inicia un prolongado cierre patronal. Atentado mortal contra Luis Hergueta (jefe de equipo, reivindicado por eta político militar). Nuevo cierre patronal. Encierro y huelga de hambre de un grupo de trabajadores. Movilizaciones paralelas a cargo de las mujeres de los huelguistas durante las semanas que éstos trabajan. Los trabajadores se niegan a condenar los atentados. Mediación del Consejero de Trabajo del gobierno vasco, Mario Fernández, y se llega a un acuerdo que recoge en esencia las reivindicaciones de los trabajadores. Por tanto, victoria de los trabajadores, después de una lucha de extrema dureza, mucha tensión y dramatismo.
1.981.- La CNT Congreso de Valencia legaliza la sección sindical de la Michelín con 445 afiliados, la única sección sindical con capacidad de negociación en la empresa.
1.984.- La Michelín introduce el cuarto equipo en Lasarte (Guipúzcoa).
Este hecho histórico, tuvo un contenido reivindicativo de gran calado que tenía que ver principalmente con la calidad de vida, planteando una lucha contra la intención de la empresa de disponer del tiempo de trabajo a su antojo, contra la flexibilidad, la precariedad………, además, la lucha, como se observa en ese resumen tan reducido que he hecho, tuvo unas características determinadas que hicieron posible esa victoria. Creo que es una de las luchas ejemplares del movimiento obrero, digna de estudio. Indudablemente, es historia.
Quiero dejar claro: la lucha y la victoria fue posible por la participación y el compromiso de los trabajadores. Pero, quienes impulsaron, organizaron, dieron coherencia a la lucha, mantuvieron la tensión, fuimos aquellos, los “apestados”, porque estábamos organizados, repito, estábamos organizados e insertados entre los trabajadores. Esta lucha, si fue acción directa clara y nítida, lo que no impedía que estuviésemos por las elecciones sindicales, con las matizaciones antes aludidas.
Al final del 84 son detenidos compañeros de la Michelin en Vitoria, afiliados en Hernani (Guipúkoa) y Pedrera (Sevilla) acusados de lo ocurrido en dicha huelga o tener relación con la misma. Se hace una campaña de sensibilización.
Entre el 89 y el 91 se lleva a cabo otra huelga del mismo nivel y contenido, contra la intención de implantar el quinto equipo de trabajo (el cuarto equipo no se introdujo nunca en Vitoria), pero en este caso, ni la situación política era la misma, por tanto las condiciones para repetir una lucha del mismo nivel no eran posibles, ni socialmente hubiese sido apoyada como lo fue la del año 80 y, posiblemente, ni los trabajadores estaban dispuestos a asumir una lucha tan dura como la pasada, debido a los cambios políticos producidos en la sociedad. Lo cual no le quita ningún mérito a la lucha que se llevó a cabo por los trabajadores que fue muy importante, en la que la sección sindical de la CGT fue fundamental para mantener la misma.
No siempre basta, para ganar un conflicto, con la lucha entendida como movilización y huelga, a veces es necesario algo más. A veces la lucha y la movilización se deben convertir en otro tipo de acciones y, sobre todo, es necesario saber hasta donde los trabajadores y el pueblo en el caso de que el conflicto se convierta en un problema social están dispuestos a llegar. Como consecuencia del conflicto, y no haber tenido la capacidad para ganarlo, se perdió la mayoría que se tenía y la nueva mayoría CC.OO, UGT y CSI (sindicato de la empresa) firmaron la implantación del quinto equipo. Todo esto también daría para otro debate muy interesante, ahora que la consigna parece que es la Huelga General, como solución a todo, aunque la misma no sea producto de un proceso asambleario y participativo.
Dicho esto, debo decir que no toda la CNT (Congreso de Valencia) tenía esa capacidad, ni tenía los mismos planteamientos, ni las mismas actitudes, ….., si dijese lo contrario estaría haciendo demagogia y mintiendo.
Lo que quiero dejar claro, es que argumentos tan simples, tan fabricados, tan dogmáticos, como “participar en las elecciones sindicales conlleva a la participación política y renunciar a la acción directa” no sirven, la realidad no es así, ni ha sido así, tal y como explico con hechos que están ahí, tampoco niego los riesgos que tiene la participación en las elecciones sindicales.
En los dos procesos de lucha se ve con claridad la importancia de que cuando se lanza una lucha de la envergadura que tenía en los dos casos, el cambio del sistema de producción y por tanto la disposición por parte de la empresa del tiempo de los trabajadores, la importancia de ganarla o perderla. En una nos convertimos en la única sección sindical con capacidad de negociar y en la otra se perdió la mayoría. Por este motivo no se pueden lanzar huelgas generales con la “alegría” que se hace porque se desvirtúa el contenido de la misma, las huelgas se lanzan para ganarlas, sabiendo que siempre existe el riesgo de perderlas, pero al menos, antes de su convocatoria tienen que existir todos los elementos para valorar que se puede ganar, y tiene que haber un proceso de preparación de la misma, con asambleas,.......
TEMA III. Volvamos con la historia.
Tratar de resolver el problema de la guerra con que cuatro anarquistas, dos de la CNT y dos de la FAI, entraron en el Gobierno y lo que había que hacer era lo de Mayo del 37 (los sucesos de Barcelona), me parece simplificar mucho. No solo hubo cuatro ministros, hubo muchos cargos políticos en muchos organismos, hubo generales, capitanes, tenientes,......, incluso hubo un gobierno anarquista en Aragón,........, responsables en instituciones penitenciarias, en la policía,...., es bastante más complicado que dejar toda la responsabilidad de lo que pasó a la simple participación de cuatro anarquistas en el Gobierno.
Me considero incapaz de afirmar que es lo que había que haber hecho en aquel momento. Nunca he estado en una guerra, en todo caso alguna “batallita” (comparado con una guerra). Guerra con unas circunstancias determinadas de gran importancia, como era la “no intervención” por un lado de las democracias europeas, y por otro la intervención clara y contundente de la Alemania nazi y la Italia fascista, lo que proporcionaba una maquinaria de guerra impresionante al fascismo español.
Como mucho, puedo analizar lo pasado, puedo valorar que tal hecho u otro podía ser más acertado o menos, puedo pensar que la participación gubernamental pudo desmovilizar a una parte de compañeros, o que se podía haber actuado de otra forma, o si entrando al gobierno debían haber exigido mayor presencia e importancia, o también puedo pensar que la “unidad” que se expresaba con un gobierno en el que estaban representados todos, podía dar mayor moral al pueblo en general para resistir, o puedo pensar lo que más me atrae, que había que ganar la guerra y hacer la revolución al mismo tiempo, pero tengo todas las dudas de si era posible en el contexto existente, y si, sobre todo, si el pueblo estaba preparado para ello, etcétera. Así mismo, podemos pensar si lo inteligente hubiese sido una guerra de guerrillas, en lugar de una guerra de frentes. Las hipótesis pueden ser diversas, pero afirmar una sola cosa con total contundencia y clarividencia no tengo elementos para hacerlo.
Es indudable que lo que era la vida orgánica en tiempos de paz, no podía ser la misma en tiempos de guerra. Por tanto, la participación en la toma de decisiones seguro que se resquebrajó. Aunque también habría que aclarar que esa afirmación que siempre aireamos con orgullo de inmediato, cuando hablamos con otros: “nosotros, las decisiones las tomamos entre todos” (algo de lo que ya hablaba en el primer escrito), no estaba tan claro.
Hay algunos compañeros que vivieron la época y dicen que tampoco los sindicatos estaban llenos en aquella época, y había compañeros que cada dos por tres preparaban un levantamiento, cuando otros pensaban que lo que había que hacer era fortalecer la organización, creando poder popular o alternatividad frente a la sociedad existente, para en el momento adecuado, dar un golpe definitivo. Posiblemente unos y otros tendrían sus razones, quizás encontrar un entendimiento, un equilibrio entre ambos, hubiese sido lo adecuado, y creo que en muchos momentos es lo que hizo grande a la CNT.
Dicho esto, y siguiendo la misma línea de argumentación basada en hechos vividos directamente, podemos hablar de la historia más reciente.
La afirmación: “acceder a la representación sindical es renunciar a la acción directa y es el paso para la participación política”, ya he argumentado que no es tan simple, ni ninguna garantía para que quienes lo plantearon, y plantean, no caigan en lo que critican. Por ello, quiero argumentar que algunos que mantuvieron y fueron promotores (eran miembros destacados del sindicato, con poder de influencia) de esas posiciones en su momento, no estaban vacunados contra la participación política.
Muchos de quienes nos perseguían de diferentes formas, no solo con la palabra, por ser reformistas, vendidos,......., en un momento determinado (muchos de ellos continúan), se pasaron y están en organizaciones políticas de “izquierda”, incluso en casos relacionados con malversaciones o directamente en la derecha.
A nadie le niego la posibilidad de evolucionar hacia donde crea conveniente. Simplemente pretendo señalar que no por estar y quedarse en la “pureza”, en la “esencia”, en la “verdad”, en los “principios” es suficiente razón para “criminalizar” a los demás, para despreciarlos, para echar encima de ellos un montón de mierda, ni garantizar que ellos se vayan a mantener, en el tiempo, en esa “pureza”,…….
Volvamos al V Congreso, un Congreso importante porque era el primero que se hacía en España desde el Congreso de Zaragoza de 1.936, en el que se aprobó el dictamen del Comunismo Libertario y, por tanto, se deberían rendir cuentas desde entonces (lo que no se hizo). Importante porque después de una reconstrucción que había comenzado con muchísima fuerza, como así se visualizó con los mítines de San Sebastián de los Reyes (Madrid) y el de Montjuich (Barcelona), -dejo de lado las jornadas libertarias celebradas en el Parc Güell (Barcelona) de las cuales tengo una opinión personal, aunque impresionantes en la participación de gente-, ya había ocurrido el trágico suceso de la Sala Scala (Barcelona), y la CNT, que comenzó con mucha pujanza, estaba perdiendo todas sus posibilidades de convertirse en una fuerza antagonista real, estaba enfrascada en luchas internas con acusaciones de todo tipo: paralelos, apaches, reformistas, integrales,......... Congreso que duró una semana, imagino que este hecho dificultaba la presencia de trabajadores desde sus inicios.
No voy a entrar en explicar detalles, que los hay y de todos los colores. En aquel Congreso que ya estaba decidido de antemano (más o menos como en todos), unos y otros (las diferentes tendencias, agrupadas esencialmente en dos, más los que iban por libre, aquellos que pretendieron instalarse en una tercera vía) habían contado los votos. Cada uno, según la información e influencia que tenía, iba sumando los votos correspondientes a los acuerdos tomados en las asambleas de cada sindicato. En definitiva, tal y como se pudo constatar, la FAI con el apoyo de la mayor parte del exilio identificada con Federica Montseny, decidió que el secretario general fuera José Bondía (como así fue), el cual había destacado por su beligerancia, sobre todo en los últimos momentos y reuniones anteriores a la celebración del Congreso en contra del secretario general convocante del Congreso Enric Marco Batlle y lo que él podía representar.
Sin extenderme en detalles, sería un poco largo de explicar, José María (Pepe) Bondía, nombrado en el 79, como Secretario General responsable de las persecuciones a los traidores, considerado negro, negro que repetía toda esa retahíla de acusaciones anteriormente aludidas, aún en vigor. En el año 83 interviene en la segunda escisión, Congreso de Torrejón Ardoz, para volver a las posiciones de los primeros escindidos (los traidores). La parte más importante y numerosa de esta segunda escisión se reunifica con la primera (la salida en diciembre de1979), en 1.984, lo que se llamó el Congreso de Reunificación, pero hay una parte de responsables (dirigentes), aquellos que, entre otros, nos persiguieron, que se pasaron, esencialmente, a la UGT y al PSOE.
José María Bondía, en 1.989 (nueve años más tarde del V Congreso, seis años después de la segunda escisión, en la que participa y, cinco años más tarde del Congreso de Reunificación en el que interviene de alguna manera, es nombrado nada menos que Director General de la Comisión Organizadora del V Centenario, con un presupuesto más que millonario. Nombramiento a dedo por parte del PSOE. Como poco, parece sorprendente, ya que tenía que ser un cargo al que debían optar muchos militantes socialistas de campanillas, con historia y muchos años en el PSOE . Le acompañan en este trabajo varios compañeros, que junto a él habían tenido responsabilidades en la CNT (me ahorro los nombres).
Julio Lacuerda, miembro del grupo valenciano cuya cabeza visible era Juan Ferrer, actualmente y desde hace un montón de años (reelegido varias veces) Secretario General de la Federación Estatal de Servicios Públicos de la UGT, la federación más potente de la UGT. Me ahorro los sobrenombres por los que era conocido, y aseguro que éste perseguía físicamente a los “traidores”. Como siempre ocurre, unos eran los inductores, “los listos”, y otros eran todo terreno. De este mismo grupo o próximos a Pepe Bondía, Luis Lozano Mercadas, secretario general de la FSP de la UGT en País Valencia, desde hace muchos años.
Juan Ferrer, fue Secretario General de la FAI, con sello y todo, entregado con el aval del exilio por Federica Montseny. Cambio16 lo entrevistó como tal, duró poco tiempo como secretario de la FAI. Primero fue nombrado asesor del PSOE en la Comunidad Económica Europea, en la última legislatura era concejal y viceportavoz por parte del PSOE valenciano en el Ayuntamiento de Valencia.
Por poner alguno de los del otro lado, del lado de los “vendidos”, Carlos Martinez, del Sind. de Transportes de Valencia, participante, por última vez, en el VIII Congreso de la CNT ( Congreso de Valencia), celebrado en Octubre de 1983, en el momento que la reunificación era un proceso imparable. Este militante tuvo una larga intervención lacrimógena en el mismo, en apoyo de sus posiciones, comenzó explicando la constitución de su sindicato el de Transportes de Valencia, nombrando a todos aquellos militantes que dieron su vida por el sindicato, insisto, en algunos momentos con lágrimas en los ojos,...... Éste junto a todos los otros que he señalado (y otros que no he señalado) estaban en conversaciones con PSOE y la UGT para su entrada en la misma, ya que al poco tiempo dieron definitivamente el paso, hasta hoy. Carlos Martinez empezó siendo concejal en un pueblo de Granada por parte del PSOE, después pasó a Diputación de Granada,..... En definitiva, como resumen de esta bella historia se juntaron allí los perseguidores y los perseguidos.
No me gusta poner nombres. Si lo he hecho, es porque son hombres públicos y cargos de nivel importante. En todos estos años desde la reconstrucción hasta ahora, hay muchos más, de los cuales muchos lo han hecho de mala manera, y son todavía muchísimos más los que se fueron a su casa asqueados del enfrentamiento cainista, vocinglero en organizaciones que defendían la fraternidad como práctica cotidiana y objetivo para la humanidad. Fueron muchos cientos de miles los que han pasado por la CNT desde la reconstrucción, la mayoría trabajadores, luchadores con las mejores intenciones.
No pretendo decir o juzgar si son o eran unos impresentables o cosa parecida. Solo pretendo contar hechos que desmienten afirmaciones tan simples como las ya aludidas, y que valore y juzgue quien lo considere oportuno.
En definitiva, debemos tener en cuenta cómo funcionan las organizaciones, las relaciones de poder, el machismo, la politiquilla, el ser humano y sus pasiones….. es algo más complejo. Por eso son necesarias organizaciones con estatutos, cartas orgánicas, normas de funcionamiento, en definitiva, disponer de instrumentos capaces de gestionar todos los conflictos que siempre se dan, y nadie está exento, y la participación como garante del cumplimiento de los acuerdos.
Pretendo decir que estar en la pureza, en los principios, en la verdad,.... no es suficiente. La vida de cada uno de nosotros es larga (aunque sea muy corta comparada con otras magnitudes como la existencia de la propia vida), y quienes están hoy instalados en la pureza, los principios,.... e impartiendo la única verdad o en cualquier otra cosa, mañana pueden estar en otro lado, incluso, en el lado opuesto. El hecho de nacer en el vientre de una madre anarquista, o en una familia anarquista, no es garantía de nada. Si así hubiese sido, hoy en Iberia debería haber muchos, muchos centenares de miles, por no decir millones de anarquistas fruto de aquellos cientos de miles que hubo hasta el 36.
Por tanto, nada construiremos con anatemas que a fuerza de repetirlos se convierten en dogma o como se dice ahora en un mantra. Creo que va siendo hora que dentro de los libertarios estas actitudes deberían dejar de existir para dar un paso para adelante, y no perder el tiempo en un debate estéril, y si dedicar nuestra energía en otros debates como los señalados: qué somos, qué representamos, cual es nuestra incidencia,……en que sociedad estamos, con que ciudadano tenemos que trabajar, cuales son las relaciones sociales actuales, sus valores,…….
TEMA IV. DIFERENTES DEBATES.
En ningún momento he planteado la unidad de los anarquistas y, si lo he hecho, no me he explicado bien. Ni he planteado la organización única, he planteado formas de organización horizontales (en contraposición a lo vertical), federalistas, autogestionarias, donde la autonomía se respete, al mismo tiempo que todos respetan lo acordado entre todos…..etc,….
He hablado de la unidad de acción entre la CGT y la CNT, he razonado del porque no habrá unidad del anarcosindicalismo español, he hablado de no caer en el buenismo y pensar que todo cabe en el mismo cesto,...... Vuelvo a repetir, bienvenida sea la unidad de acción de la CNT, CGT sin olvidar a la SOLI, ya que es una acumulación, aún débil, de fuerzas antagonistas de carácter libertario lo que supone darle más entidad y mayor presencia, así como visibilidad y expresión de que existen otras alternativas diferentes a las mayoritarias y más conocidas. Todo ello dentro de las dimensiones de las que he hablado, de poca incidencia, de minoritarios,…..., en fin que estamos muy lejos de poder ser una fuerza determinante. Nunca he dicho que la unificación (que no es posible) de la cual no he hablado, sea la llave de la revolución, no es tan simple, es más complicado, pero es evidente que actitudes unitarias, actitudes que suman, ayudan.
De lo que he hablado o pretendo hablar es de la necesidad de la creación de una organización anarquista insertada socialmente con unas características determinadas, y hablo de lo incompresible que es para mí la existencia de tantos anarquistas diferentes en grupos diferentes, ante lo que pasa en el mundo y ante nuestra mínima incidencia en lo que pasa en el mundo. Estoy en contra de la fragmentación, de la división, de los recelos, pero ante ello, nunca organización centralizada, ni única.
Estoy en contra de una fragmentación basada en bakunismos, sintetismos, especifismos, plataformismos,......., debates ideológicos que solo interesan a un grupo muy reducido de militantes y que no aportan absolutamente nada al conjunto del pueblo con quien tenemos que llevar a cabo, la lucha, los cambios sociales y el cambio del sistema establecido.
Pienso que es un falso debate, una cosa es estar en contra del parlamentarismo como forma de representación y, por tanto, en contra de una política determinada, y otra muy diferente decir que somos apolíticos. Decir que la CNT histórica no hacia política es un sinsentido. Desde el momento que nos organizamos para acabar con un sistema político, llevamos una serie de luchas para conseguirlo y sustituirlo por un sistema con un funcionamiento horizontal y federal, participativo y autogestionario,….., que inevitablemente tendrá estructuras, habrá responsables, se tomarán decisiones que afecten a todos. Gestionar lo que es de todos, con la mayor participación y si es de todos mejor, con premisas como la igualdad, la justicia, la solidaridad, el apoyo mutuo,……eso es hacer política.
No me creo el cuento, ni la ingenuidad de que cuando lleguemos a esa sociedad a la que aspiramos, todas las decisiones las tomaremos entre todos, todos seremos felices, solidarios, fraternos, cada uno hará lo que quiera en perfecta armonía, la maldad desaparecerá, así como la ambición, los celos, los desequilibrados,…… porque eso es mentira y, además, está por demostrar en la práctica. Es más, para llegar a ese supuesto “paraíso” habrá una transición hacía el mismo con fases duras, difíciles para todos y habrá que tomar decisiones que no todos comprenderán, ni aceptaran de buen grado, no llegaremos de golpe, ni de repente seremos solidarios y fraternales porque si, como si fuera algo natural. Si llegamos será por un proceso largo, difícil, costoso, con multitud de problemas.
Si en un momento histórico determinado, que no sé si llegará pero es nuestra aspiración, es nuestra lucha, en que la anarquía esté implantada en el mundo, si le llamamos política o no, a autogestionar el conjunto de la humanidad ya se verá, pero éste no es ese momento histórico, ni nada nos induce a pensar que estamos cerca de él, por tanto estamos haciendo política.
Alguien planteaba que superando algunas “cosillas” como la de la participación en las elecciones sindicales (insuperable hoy día) o cuestiones similares, decía que todo sería más o menos fácil, todos estaríamos juntos, y estaría solucionado. En consecuencia, nos implicaríamos en la lucha e iríamos al levantamiento general como hicimos antaño (levantamiento general que fue derrotado, no debemos olvidarlo). Por tanto, un camino fácil y sencillo.
Pienso lo contrario. Los optimismos están bien, pero conviene partir desde la realidad, o al menos de aquello que podemos hacer. Después podemos poner más ilusión o menos y mayor optimismo o menos, pero hay que partir de la realidad. Hablaba en el primer escrito de cantidades y de calidades, de lo que representamos, de nuestra influencia real, y no solo como un problema ibérico, sino a niveles mundiales (evidentemente en cada lugar existen características propias), y enfrente ponía el poder de este capitalismo financiero globalizado, los mercados,……, el mayor de la historia, su arrasadora capacidad de integración a través del consumismo, de la crisis en que está inmersa la izquierda en general,……. y, por ello, la necesidad de acumular fuerzas antagonistas con capacidad de resistir en un primer momento para ir avanzando posteriormente.
Hoy día dentro de esa izquierda perdida, estamos los anarquistas, la única tendencia del socialismo que tiene vigencia como propuesta política después del fracaso del resto de tendencias de izquierda, una propuesta política que nunca ha traicionado al pueblo, sin embargo, el anarquismo no representa, ni tiene el peso que tuvo en otros momentos históricos y, esa es la primera gran pregunta ¿porqué?
Así mismo, hablaba de que estamos en tiempos históricos diferentes a la de aquellos hombres y mujeres anarquistas de aquella época que tanto añoramos y nos sirve de ejemplo. Aquellos hombres y mujeres pasaron hambre, pasaron necesidades reales y angustiosas, estaban desposeídos de todo, no tenían nada que perder, si tenían dignidad y por ella lucharon. Hoy en día, no es el caso, a nuestros jóvenes no les falta nada de nada, no saben lo que es una necesidad. Los niveles de pobreza que están aumentando con la crisis no son los niveles de épocas pasadas. Estoy hablando de Occidente. Es más, aquellos hombres y mujeres no conocieron el desarrollo tecnológico que nosotros conocemos, y constituyen nuevas herramientas que sirven para la información, pero también para la manipulación, la integración y la dominación.
Estamos en un mundo, por poner un ejemplo, que despide a Steve Jobs (el supermillonario propietario de Apple) como un revolucionario de la era digital y como el empresario más global y admirado, capaz de conectar como ningún otro con sus millones de clientes, muchos de los cuales le homenajearon en Internet. Este es un ejemplo de otros muchos que se podrían poner. Cliente y empresario supermillonario totalmente identificados el uno con el otro. Estamos en el mundo del espectáculo, como es el fútbol, donde gentes que son multimillonarios levantan pasiones multitudinarias entre otros en la clase trabajadora. No es el fútbol que en ciertos momentos históricos algunos anarquistas llegaron a crear equipos de fútbol, los tiempos han cambiado, no son los mismos valores.
Cualquier proyecto de carácter revolucionario que se ponga en marcha o cualquier proyecto que ya esté en marcha no tendrá un camino fácil, estamos trabajando contra corriente, los ciudadanos en su mayoría han aceptado, se han integrado en la actual sociedad consumista y aspiran a ser consumidores, aspiran a estar al margen de la política, se alejan de la misma, muestran una indiferencia cada vez mayor ante la corrupción y aberraciones similares, aspiran a la diversión, al viaje de placer festivo, una mayoría social adoctrinada por el mensaje negativo de la televisión y la gran mayoría de los medios de comunicación, ……., cada uno, individualmente, al margen de lo que le pase al vecino. Su principal idea es, que si yo lo puede hacer, también puede el vecino, y si no, es su problema por incapaz.
Otra cosa es que, en la situación de crisis como en la que estamos, haya un mayor número de gente que tiene una mayor preocupación por la política, planteen ciertos cambios en el intento de regenerar el sistema (en fin, cambios dentro del sistema) lo que no quiere decir que tenga conciencia de que hay que cambiar el sistema por injusto. El sistema, incluso regenerado, seguirá siendo muy injusto, desigual, antisolidario,….. Dentro de ellos estamos quienes planteamos un cambio de sistema, siendo claramente minoritarios.
Desde la propuesta que hago se considera imprescindible el compromiso, la ética, los valores totalmente opuestos a los establecidos hoy día y admitidos por la mayoría social. Se p